Prólogo.

191 3 0
                                    

Lo recuerdo todo muy bien. Cómo era todo aquí hace dos años.

Tenía amigos, y al menos me gustaba hablar. Era emocionante. Una rutina.

No era el más popular pero me divertía mucho, a veces es difícil no perderse en eso. En especial cuando pasas a último año.

La cosa es que, hace dos años, cometí el peor error de mi vida. No se me pudo ocurrir un peor momento para reprobar. Reprobé mi último año, y ése ha sido el error más grande que cometí. Pasé los otros años con el esfuerzo mínimo que podía hacer, pensé que pasaría lo mismo otra vez.

Y bien, decidí quedarme en la misma escuela, para luego perderlo otra vez. No podía importarme menos. Ahora estoy en la misma escuela, estancado en el mismo año.

Tengo 20 y estoy a un paso de poder salir de la cárcel para entrar al infierno, y no podría importarme menos. Lo único desagradable de mi situación es mi alrededor. Cada generación es más estúpida, sólo que en la primera de las dos y un cuarto que llevo era uno más de los imbéciles. 

Verán, en mi clase de Química hay un chico con la meta de acostarse con la mitad de las chicas pero es un asco flirteando, incluso si fuera bueno haciéndolo, es ridículo. Seguramente conocí a alguien así, pero sólo ahora puedo pensar en lo tonto y vacío que eso es. Una chica en mi clase de Historia estaba embarazada y abortó, para luego embarazarse otra vez. No es cómo si fuera chismoso, pero al no hablar con nadie escucho cosas. Además, esto es un pueblo. Ya saben la cosa con los pueblos, todos son chismosos y las noticias vuelan. 

Hay una chica en mi clase de Matemáticas sin personalidad... Aunque casi todos lo son. Y los que la tienen apestan. 

Hay un chico en mi clase de Física que es un tonto, no, de verdad es tonto, quiero golpearlo.

Es cierto que todos me fastidian. ¿Qué puedo decir? Maduré. Tengo 20 y un día las cosas empezaron a importarme menos de lo que ya lo hacían. Empecé a ver las cosas de otra manera, y hay cosas de verdad que son intolerantes. Justo cómo esa niña -sí, dije niña porque eso es lo que parece-, en mi clase de Inglés con complejo de dios que anda por allí creyendo que es una reina y promocionando al club de canto cómo si fuera importante. A veces cuando me mira espero que se rompa una pierna, literalmente. No me fastidia en especial, pero sólo pido que nunca me tome cómo objetivo. Aunque todos detesten admitirlo, ella siempre obtiene lo que quiere.

Loser Like Me »BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora