Bring your body, baby » larry

Ⅰ

Louis es bueno en su trabajo. Es bueno moviendo su cuerpo, bueno coqueteando con los clientes. Es bueno dándoles lo suficiente sin dejar que tengan demasiado.

En cierto modo, odia la forma en que esos pervertidos lo miran, babeando solo con ver el contorno de su polla en sus ajustados shorts blancos de spandex. Odia que cuando se da vuelta y se inclina, inevitablemente hay un viejo que lo toca y odia que no pueda enojarse demasiado. Todo lo que puede hacer es alejarse, agitar un dedo tímidamente en señal de desaprobación hacia ellos y guiñarles un ojo.

Hay una regla de no tocar, pero no es el lugar más elegante y los guardias de seguridad no hacen cumplir esa regla tan bien como a Louis le gustaría. Entonces, a veces lo tocan a tientas, y es algo con lo que tiene que vivir. Mientras no sean agresivos, lo toma como si fuera un juego.

Pero también ama la atención. Le encanta cuando se baja un poco los shorts, mostrando la base de su polla, y siente docenas de pares de ojos sobre él. Le encanta que no sea el típico stripper; no tiene músculos grandes y carnosos y es bastante bajo en comparación con la mayoría de sus compañeros de trabajo, pero los clientes lo aman. Es el favorito.

Casi ha terminado su actuación, inclinándose con las piernas abiertas y sus shorts hacia abajo, dejando al descubierto parte de su trasero, cuando levanta la vista y ve una cara familiar en el fondo de la habitación. Los rostros familiares nunca son buenos cuando Louis está trabajando. Nadie sabe lo que hace y preferiría mantenerlo así.

Esa cara familiar lo observa fijamente, sorbiendo una bebida clara con una pequeña sonrisa en sus labios, y de repente Louis se da cuenta. Es su jodido profesor de inglés. El profesor Styles. Mierda.

Louis trata de disimular su pánico. Se da una palmada en el culo antes de subirse los shorts y lanzar un beso a la multitud. Mientras sale del escenario, aparta a una de las camareras, Angie, y le señala el hombre en el público. Cuando él le dice que lo lleve a una habitación privada, Harry lo está mirando intensamente, bebiendo casualmente de su bebida. Louis se sonroja y se apresura detrás del escenario.

Por lo general, inmediatamente se quita el anillo de su polla y se masturba después del espectáculo. Al poco tiempo de empezar a trabajar, notó que a los hombres realmente les gusta cuando está duro, por lo que comenzó a usar un anillo para el pene y a tocarse un poco antes de actuar. Pero, al final de un espectáculo, está listo para quitárselo y terminar el trabajo. 

Esta noche, sin embargo, todo en lo que Louis puede pensar es en su profesor y hablar con él antes de que se vaya y le cuente a todos a quién vio trabajando en el poste.

Se pone un par de pantalones sueltos sobre sus shorts y corre en dirección a las habitaciones privadas. Las habitaciones tienen cortinas en lugar de puertas y Angie le señala la indicada, la cual se encuentra con la cortina cerrada. Louis le pregunta si podría traer un par de tragos y ella le da un beso en la mejilla mientras acepta. Él se lleva bien con todas las camareras, a diferencia de muchos de los bailarines. Probablemente porque no es un completo imbécil. 

Cuando abre la cortina, se encuentra cara a cara con su profesor y ahora desea haber pensado en ponerse una camisa. Pero, él supone que el hombre acaba de ver todo, por lo que tal vez hayan dejado atrás formalidades como la ropa.

"Hola" dice con timidez, entrando en la habitación. Hay un sillón y un sofá en la habitación y Harry está ocupando el sofá, por lo que Louis se mueve hacia el sillón y se sienta. "Escuche, nadie sabe que hago esto, señor-" 

"Bueno, algunas personas lo saben" responde Harry con calma, todavía sonriendo un poco.

"Está bien, algunas personas, pero nadie en la universidad. Ninguno de mis compañeros lo sabe, mi familia no lo sabe y simplemente no pueden saberlo" explica Louis nerviosamente.