Los juegos del hambre de Foxface (La comadreja)

La cosecha

Al despertarme tomo una gran bocanada de aire. Hoy es el día de la cosecha. Derrepente siento como me escurren lágrimas por las mejillas. Mi madre toca a mi puerta; pasa y me dice:

- Hoy es el día cariño.

Me levanto de la cama y la abrazo. Depronto, oigo gritar a mi Hermana de desesperación; ella es mi única hermana de 12 años hoy es su primera cosecha. Un rato después me bajo a desayunar pan y un huevo que mi padre trajo del mercado negro. Me baño y al finalizar encuentro a mi madre en la puerta con un vestido tejido por mi abuela que se había pasado de generación en generación; me lo pongo y me cepillo el pelo para hacerme un chongo, algo extraño, pero lo hago.

Unos minutos más tarde, suena la alarma; a este singular sonido mi hermana (ya mas tranquila, pero con dificulatades para respirar) y yo vamos hacia la puerta y mi madre nos aguarda con los brazos abiertos, la abrazamos y besamos. Nos encaminamos a el registro despues de esperar un rato en la fila, toman mi dedo índice, me lo pinchan y registran. Le susurro al oído a mi hermana: "Solo tranquilizate no te va a doler". Cuando le pinchan el dedo a mi hermana se le oye un gritito ahogado y la registran; pero no hacia falta tiempo para que se empezara a chuparse el dedo pinchado.

Ella se fue con las niñas de su edad y yo con las mías. El recolectador (o como se diga) nos mostró un video "Traido del capitolio" y después iniciaron la recoleccion. En la urna de las mujeres, salió mi nombre, mi nombre. Me estremesco y tiemblo encaminandome hacia el escenario. Siento como me tiembla mandíbula y las manos. Se me deshace el chongo y mi pelo pelirojo queda volando con la liga a la mitad. Ya era mi tercera cosecha y era la primera vez que salía elegida (obvio). El tributo masculino de mi distrito, el 5, no me caía nada bien. El era el que me había hecho una broma en séptimo grado con bolitas de alcohol que prendió que quemaron mi libro favorito. Lo odio.