Dos Mundos

Capitulo 1. 'Coincidencia'

DOS MUNDOS

Cap. 1 'Coincidencia'

-Sophie.
Me había decidido al final por unos pantalones de mezclilla entubados azules, un zapato de tacón negro bajo, una blusa de tirantes negra y arriba de ella un suéter color beige, una bolsa negra muy a la moda, unos lentes negros y un gorro un poco grande pero que en estos días son muy bien vistos; color negro por supuesto. No era una amante del color negro, pero hoy tendría una cita con Glenn Peterson el chico más popular de la Universidad y no quería parecer ni muy necesitada ni tampoco interesante, algo neutral de acuerdo a un chico como él.

Baje y como si fuera obra del destino en la puerta principal de la mansión estaba mi papá, últimamente suelo verlo muy seguido.

-Hola-lo saludo cuando él checaba algo en su celular.

-Hola hija, ¿vas a salir? -me pregunta dejando su celular de lado.

-Sí, tengo una cita -contesté.

-Está bien... ¿me tengo que preocupar? -papá me preguntaba eso puesto que solo se preocupaba cuando era un chico que realmente me gustaba y lo decía por una mala experiencia que tuve cuando tenía 14 años y tuve mi primer enamoramiento.

-Descuida papá, no es nada grave -reí.

-Cuídate mucho hija, regresaré en la noche -me dijo dándome un beso en la frente y abriéndome la puerta para ambos irnos.

El subió a su auto y yo al auto en el que me esperaba mi chofer personal.

Mi nombre es Sophie Ross, tengo 19 años y soy hija única, también en mi familia solo tengo a mi papá, mi madre es alguien que no existe en la vida de ambos. Gracias al duro trabajo de mi papá vivimos como vivimos y pues no lo voy a negar, me gusta estar mimada pero también estoy consciente de muchas cosas. Estoy estudiando administración de empresas por pedido de mi papá, debo admitirlo me gusta lo que estudio pero a veces me distraigo un poco (mentira, mucho) pero trato de dar lo mejor de mí. Físicamente tengo un cuerpo muy bonito y desarrollado, senos ni tan grandes pero tampoco tan chicos, tengo un trasero de acuerdo a mi figura, mi piel es blanca, mi cabello es rubio y mis ojos son iguales a los de mi padre, azules claro, es algo que me encanta y que comparto con él.

-Aaron.

-Allen tranquilízate, si sigues así no te vuelvo a llevar al parque -regañaba a mi hermano menor mientras íbamos de camino al parque más atractivo de San Francisco, por alguna razón a Allen le encantaba, solo era un niño de 7 años.

-De acuerdo hermano, lo siento -se disculpó y caminó más lentamente, ya que íbamos de camino a la estación del metro.

Mi nombre es Aaron White tengo 23 años; soy un chico de estatura alta, mido alrededor de 1.87 m y estoy bien físicamente hablando, todo en su lugar, a pesar de mi carrera que me quita mucho tiempo siempre trato de mantenerme en forma; soy de piel blanca, mis ojos son grandes y café chocolate al igual que mi cabello, mi cabello es largo y desordenado simplemente porque no me apetecía peinarlo, solo cuando era estrictamente necesario. Mi situación económica es estable, no soy pobre ni rico, pero trato de dar lo mejor de mí, había conseguido una beca del 100% en la universidad en la facultad de medicina y desde que entre hasta ahora la estaba consiguiendo mantener, de vez en cuando me quitaba el estrés saliendo con mi pequeño hermano acompañándolo al parque. Vivía en un barrio humilde con mi mamá, mi papá, mi hermano pequeño Allen y mi hermano gemelo Adam sólo que el estudia arquitectura.

Allen y yo subimos al metro en la estación y empezó el viaje, contar 5 estaciones, Allen se lo sabía de memoria. Luego de 20 minutos, por fin llegamos a donde queríamos y como era de esperarse, este niño nunca entiende, apenas abrieron las puertas y mi hermano pequeño salió corriendo, se sabía el camino para salir del metro y como al salir estaba el parque, sabía exactamente a donde iba, pero no me gustaba que hiciera eso, él lo sabía. Así que ahí estuvo mi carrera, tuve que seguirlo rápido.