Una vida zodiacal.

Capitulo 1

Todo era silencio y tranquilidad en esa casa de 4 pisos donde los 12 signos vivían plácidamente, la cocina estaba limpia y la sala ordenada, muchos de los signos aun dormían tranquilamente en sus habitaciones, los de Tierra se encontraban en el primer piso adornado con sus constelaciones y plantas verdosas con flores raras, en el segundo piso los signos de fuego convivían en un piso lleno de juegos de mesa y azar, pequeños grafitis y una red de baloncesto que no les gustaba mucho a los signos de tierra, los de agua por su parte esparcieron cojines por todo el suelo, cojines tejidos a mano y coloridos, había libros y cobijas, al igual que una que otra prenda de ropa sucia que algún signo olvido, por ultimo, los de aire en el ultimo piso tenían muy bien alumbrados los sitios donde se sentaban a platicar, dibujar o pintar, las paredes de ese piso estaban llena de experimentos artísticos que entrecerrando los ojos eran obras maestras.

- ¡Ah!- gritó Aries desde su cuarto terminando con el tranquilo sábado que disfrutaban los signos.

-¿Que pasa?- pregunto Leo llegando rápidamente al cuarto de su hermana

- Se fundió el foco de mi cuarto-

- ¿Y eso justifica tu grito de morra ridícula a las 9 de la mañana?-

- Totalmente, es justo y necesario, amén- susurro Aries dándole palmadas en la cara a su hermana. A lo que recibió como respuesta pequeños golpes propiciados por su propia mano ya que Leo la sacudió de lado a lado cuando se hartó de ella. -No me pegues Leo, ¿que no vez que estoy entrando en crisis?-

-¿Crisis de que? Si lo único que haces es dormir, jugar y revisar Instagram, ¿Para que necesitas la luz?-

-¡Para mis plantas!- dijo Aries señalando dos macetas rodeadas por un charco de agua sucia en la esquina del cuarto.

-Te dije que las tiraras hace mas de dos meses, ya están muertas ¿Qué no ves?-

-No les hables así... las hieres, es mas, es hora de echarles mas agua, quítate- Aries salio por el pasillo del piso de los signos de fuego hacia las escaleras de la cocina por un vaso de agua pero en su camino se estrelló con su hermano, Sagitario, el cual casi cae por las escaleras

-Casi me matas, me ibas a dejar igual que a tus plantas- masculló el chico sobando el brazo en el que se golpeo.

-¿Como te atreves...- la pelea fue interrumpida por uno de los signos de agua que bajó ruidosamente las escaleras del piso superior.

-¡Sagitario! Deja de decir que sus plantas están muertas, tal vez estén feas pero aun se pueden salvar- Piscis intentó relajarlos.

-¡Deja de decir mentiras, sus plantas están muertas y feas!- gritó Escorpio desde arriba

-No le hagas caso Aries...-

-Lo se, están celosos porque no pueden criar unas plantas tan hermosas como las mías- Piscis le sonrió nerviosamente sin saber como explicarle que sus plantas ya olían a podrido.

-¿Bueno y para que bajas Piscis?- Preguntó Sagitario.

-Voy por un foco, se fundió el de mi cuarto-

-Que coincidencia, también a mí, te acompañaré por uno y de paso subiré agua para mis plantas NO muertas-

-Si quieres yo subo las cosas, tu cuida que no tiren las plantas muertas, perdón hermosas- el de agua se alejó con una risita sarcástica

-No me quieras ver la cara Piscis, no estoy loca- la chica volteó a ver a su hermano que la observaba de pies a cabeza con cara de decepción -¿Qué me ves?-

-Nada- Sagitario negó repetidas veces con los ojos cerrados

Cuando Piscis llegó a la planta baja recorrió la sala intentando recordar donde habían dejado los focos, divagó un poco pero después de un rato recordó que en un pequeño cajón de la alacena debían haber focos. El chico abrió el cajón pero no encontró nada exceptuando un empaque de galletas ya caducadas con una etiqueta enorme con el nombre de Tauro, el solo negó con la cabeza y tiró las galletas al bote, salió de la cocina con la mano en la frente la cual apartó cuando vio que dos signos, Tauro y Cáncer intentaban salir sigilosamente por la puerta principal