Prefacio

38 4 0
                                    

La vida es como ese eterno enemigo que espera en la oscuridad, para acecharnos, recordarnos que somos nada. A veces, mostrándose mediante golpes duros. Lo que menos te esperas, esa es su arma. Y justo cuando piensas que todo está bien, cuando bajas la guardia, es cuando más duro te pega, es como si te dispararan una bala directa al alma, destruyendola por completo.

Decía mi madre: «No todo lo que brilla es oro, ni color de rosa lo que te toca».
Quienes no han vivido lo que yo, dirán que lo inventé -porque quizás, imaginación no me faltaba en ese entonces-; pero apostaría, que de haber vivido lo que viví, más de uno sería un simple mortal enterrado bajo tierra. Habrían renunciado a su mundana existencia. Y siento que eso me hace diferente a los demás. Porque aguanté cada cosa, llegando a mi propio límite. Pagué el precio que había que pagar.
Por esto soy lo que soy. Todo menos santa...

Asesino En CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora