Su mirada se posa en la mía mientra yo continúo comiendo de la cena, trato de concentrarme en masticar como es debido, sus ojos vuelven a fijarse en la comida. Mis palmas sudan mientras que él ríe de uno de los chistes que su tío ha contado sin embargo yo no puedo evitar mirarlo.
Atrayente. Tan fuerte como un imán. Lo veo limpiar la comisura de su labio con la punta de su lengua y me obligo a tomar agua para compensar el calor que comienzo a sentir. Mastico de nuevo mientras le sonrío a su madre, miro mi carne, alzo la mirada y me encuentro de nuevo con sus lindos ojos azules.
Trago.Me sonríe de tal manera que al rededor de sus ojos se forman unas adorables arruguitas, siento mi corazón acelerarse con aquel pequeño y fugaz momento. Aparto mi mirada tan rápido como puedo porque si sigo mirándolo, si sigo observando su pequeña nariz, sus lindos y brillantes ojos azules, sus finos labios moviéndose al ritmo en que mastica, su cabello acomodado de tal manera que parece que con tan solo pasar su mano por el sentiré que toco seda. Si sigo mirando más allá se que caeré, caeré por Louis.
— Lindo traje — se sienta a mi lado en el sillón, sonríe amable mientras yo me permito grabar su dulce tono en mi memoria.
— Es el de las ocasiones especiales — mi cuerpo se las arregla solo para contestar mientras yo sigo mirándolo.
— Bueno, supongo que el décimo regreso de nuestros hermanos es una ocasión para recordar.
Bromea mientras ambos miramos a nuestros hermanos tomados de la mano. Han terminado y regresado las veces suficientes.
— 1 mes— digo girándome en mi lugar acercando mi rodilla a la suya tan solo un poco.
— ¿1 mes? A juzgar por la cara de Terrence creo que a lo mucho 1 semana.
Miré a mi hermano arrugar sus cejas mientras hacía una mueca de disgusto. Clara por su parte parecía estarle reclamando algo, esta vez fue mi turno de reír porque era cierto a lo mucho les daba el día de hoy pero no iba a decirlo en voz alta podía ser muy cruel de mi parte.
— ¿Será tan difícil terminar con alguien?— silencio, su mirada de pronto se fijo en mí como si lo siguiente que saliera de sus labios fuera dirigido a mi—. O ¿será más difícil declararse?
Su pregunta me había tomado por sorpresa, él seguía mirándome y yo miraba mis dedos mientras me repetía mil veces no mirarlo o caería. Caería ante la mirada del cielo abrazándome.
— Supongo que depende de las personas.
— ¿A qué te refieres?— se inclinó hacia adelante acortando la distancia entre nuestras rodillas. Fresa, olía a las fresas con chocolate que Clara había hecho.
Fresas, sus labios rosados y aquel aroma que emanaba... Atrayente.
— Cuan fuertes sean sus sentimientos.
Perfecto, medias oraciones para que sigamos hablando. Miró de nuevo a los enamorados, mientras yo miraba de reojo su perfil ¿se puede tener la piel tan perfecta?
— Creo que tienes razón.
Después de aquello hubo un silencio. No se suponía que esto fuera así.
— Me gusta tu playera — sus ojos se fijaron en su playera blanca. Pude notar como se esforzaba por no sonreír.
— Mi madre casi me golpea cuando me vio bajar con ella. Aunque mi tío se rió y me dijo que era cool.
Tenía razón la frase "Baby, here we go again" que llevaba su playera se había robado la noche.
— Definitivamente quiero una.
— Te puedo mandar a hacer una al lugar donde hice esta, admito que no fue mera coincidencia.
Lo miré sorprendido no por lo que planeo, literalmente mis oídos solo escucharon "Te puedo mandar hacer una" que mi cerebro lo tradujo como: Tendremos playeras a par.
— Sería genial.
Aquel brillo que había notado en sus ojos se opacó un poco, quería pensar que no fue por mi respuesta tan simple, ahora ya no miraba a mí su atención estaba puesta en el televisor y yo estaba agradecido.
— La cena estuvo exquisita, gracias por invitarnos tengan una linda noche.
Mi madre se despedía de la familia mientras papá y yo solo hacíamos el ademán de despedida y una sonrisa. Louis se despedía de la misma manera aunque su sonrisa era más brillante y cálida.
Comencé a caminar hacia el auto para no mirarlo más.
No caigas, Harry.
No caigas, Harry. Me repetía una y otra vez pero al cerrar mis ojos lo pude ver ahí sonriendo solo para mí.— Mierda.

ESTÁS LEYENDO
Cuando el mar esta en calma
FanficHarry solo quería admirar el mar en silencio, perderse en aquel hermoso color azul, escuchar el apacible sonido de las olas, sentir la brisa acariciar su piel, sentir el cálido azul iluminándolo y sentirse en paz. Pero Harry tenía miedo, tenía mied...