UTOPIA - SEONGSANG (One-Shot)

Parte única

Seonghwa siempre había querido tener un mejor amigo. Alguien en quien confiar. Pero siempre que había intentado establecer ese tipo de lazo con alguien, acababa siendo traicionado, tratado como si fuera basura.

No era raro que cuando mencionaba a su familia, que era muy conservadora, dijeran que tenía mala suerte y se compadecían de él. Pero cuando más tarde salía el tema de su orientación sexual lo abandonaban, se burlaban o ambas. En ese entonces Seonghwa reía por lo hipócrita que era la gente.

Él no tenía problemas serios con su familia. Lo único malo eran las pequeñas peleas en la mesa que se daban al compartir sus diferentes puntos de vista. Seonghwa tuvo que aprender a callar su opinión y a siempre pensar muy bien lo que iba a decir en aquella casa. Ya que, quería a sus padres y no le gustaba discutir con ellos. No estaban de acuerdo con las nuevas ideologías, pero no tenían la intención de faltar al respeto a alguien. Seonghwa sabía que eran buenas personas, pero que les hacía falta abrir su mente un poco más. Ellos no sabían el gusto de Seonghwa hacia los chicos así que no podrían saber que con cada comentario dicho hacían daño. Pero Seonghwa los perdonaba.

La cosa cambiaba con su hermano. No era bueno. Era de las peores personas que había conocido. Le había tenido miedo a su hermano desde pequeño. Sus expresiones cuando estaban solos, sus comentarios ofensivos, sus acciones... Sus padres no tenían ni idea de todo lo que ocurría ya que su hermano sabía pretender muy bien delante de ellos. Si alguna vez se enterasen, se crearía el caos.

Para Seonghwa la vida no era para nada como la escribían los libros y las canciones. Era aburrida, absurda y cruel. Sin nada que hiciese que sonriera, que se sintiese feliz, que su corazón latiera. Quería saber sobre esos sentimientos como la felicidad, la sorpresa, el deseo, el amor y quería experimentarlos por sí mismo. Pero por como era el mundo, aquello parecía imposible.

Una noche, se dirigía a la cama agotado después de una semana intensa de exámenes. Lo que ocurrió aquella noche fue que Seonghwa soñó. Hacía tiempo que no lo hacía.

Soñó que iba a clases, como siempre, pero allí conoció a un nuevo compañero que se llamaba Yeosang. Estuvo hablando con él como si fuera un amigo de toda la vida. Cuando se despertó sintió un pequeño calor en el pecho. Estaba asombrado porque podía recordar la cara de aquel chico como su hubiese sido real. Pero también se sentía alegre, ya que había podido experimentar lo que era hablar con alguien cómodamente, con un amigo.

La noche siguiente se volvió a acostar. El día había sido aburrido, como siempre. Cuando se durmió volvió a soñar otra vez con Yeosang. Parecía la continuación del sueño anterior. Esa vez fueron a pasear por el campus. Por primera vez en mucho tiempo había reído. No se acordaba de cómo era su risa ni lo bien que se sentía.

La siguiente noche pasó igual. Fueron a dar un paseo por la ciudad esa vez. Aprovechó un momento en el que estaban los dos cayados para hacer algo que siempre le había salido mal. Así que respiró hondo y dijo:

- Yeosang, soy gay.

Lo que ocurrió después no se lo habría ni imaginado. Yeosang le dijo que se alegraba de que confiara tanto en él como para contárselo. A cambio, Yeosang le dijo que él también lo era y que no tenía nada de que preocuparse. Que él lo ayudaría en cualquier momento.

Así pasaron las semanas. Con un Seonghwa que ansiaba que llegara la noche para poder ver a su amigo. Había comenzado a sentir algo en cuanto a Yeosang se trataba. Y eso de alguna manera lo aterraba. Estaba asustado por lo que podría decirle el chico.

Una noche, Yeosang se le declaró a Seonghwa. Ambos habían llorado mientras se abrazaban. Cualquiera podía ver que ambos se amaban. Seonghwa por fin se sentía feliz y su corazón latía. Podía sentir las cosas tal y como en los libros.