RODAR

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RODAR

Aquellos días salió de la conocida órbita de su ombligo más cercano y cotidiano ... La mirada chorreaba satisfecha recién peinada de paisaje nuevo, de invierno amable, de respiraración profunda de silencio y sosiego, de frío mezclado de sol tímido, azules, carnosos grises, perfume de nieblas, escarcha y tierra húmeda, de persistente melodía de mar silbando olas con gafas nuevas de horizonte ...

Le complacía, lo reconstruía y lo afianzaba ... Sonreía contento ... Pero, como una sabida sorpresa, sentía que lo que más le hacía sonreír era otro, pequeño, pero profundamente significativo bienestar: La "de estarporcasa" belleza del gesto más pequeño, cotidiano, preciso y aparentemente invisible:

El runrún compartido del trayecto buscando destinos, la mano acariciándo el hombro preguntando: - "Tas cansado? Todo bien? -, la conversación sin intención, de" todo-y-nada "enmarcando y tejiendo momento; los silencios largos que no incomodan y construyen sonrisa pequeña, la música y las canciones mojando pan en la salsita de esos silencos, la sorpresa compartida de un inesperado trocito de mundo apareciendo en una esquina del trayecto, el placer de descubrir una pizca de belleza y emoción en la expresión y mirada del otro, el pequeño descanso en el camino apoyado en el capó de la "furgojipi" abriendo una bolsa de patatas, la búsqueda de un lugar razonable - a pesar de las diferencias - donde detener la furgo, el día, y dormir; el lavarse los dientes, "pijamamarse" en el pequeño habitáculo sin poder evitar "tocarse" por la falta de espacio e intimidad, los despertares sin maquillaje y cabello alborotado (los que lo tienen😛😛), el calorcito y olores mezclados de noche en el despertar del nuevo día, la ternura infinita del "buenos días" en el abrir abrir de ojos al amanecer sin pretensión de "glamour" ni espejo de convencional deseo. La sonrisa pequeña, tan pequeña, de saber que uno - en ese preciso momento, a pesar de paradojas y no resueltas contradicciones ni rebeldías, está en el lugar donde quiere estar; los azules, blancos, naranjas, luces y amarillos de la vida que sabe jugar y empaparse de ojos de niño pequeño y contradicciones de maravilla y tierna soledad ....

RODARWhere stories live. Discover now