Capitulo 21

378 35 9
                                    




La noche transcurrió con normalidad, disfrutando de la parrillada. Los abuelos de Hope estaban encantados con Lizzie. Penélope bromeaba con mis hermanos. Mi madre estaba contenta. Mi papa estaba animándose un poco, pero aun no terminaba de aceptar la situación.

Al final de la noche mis hermanos querían salir a bailar, pero yo estaba muy cansada. Además, como estaban las cosas, no era buena idea meternos en un local nocturno; no era seguro para nosotras ni para mis hermanos. Sin embargo, Hope si se estaba entusiasmando con la idea, hasta que Lizzie intervino.

—Hope, mejor nos quedamos, así estaremos frescas para mañana que es navidad. —Dijo.

—Oh vamos, ¿No me digas que no puedes soportar una noche de baile?

—Claro que sí, pero nos vamos a dormir ahora. —Dijo Lizzie con una determinación que no aceptaba discusión.

Hope la miró enojada sin ningún tipo de disimulo, pero Lizzie no se inmutó, así que a mi amiga no le quedó más que marcharse a casa de sus abuelos, justo al lado de la de mis padres. Lizzie rápidamente le dio alcance y la rodeó con un brazo por la cintura caminando a su lado.

—Después de todo tal vez tenga carácter la chica. —Comentó complacido el abuelo de Hope observando a la pareja; luego fue tras ellas junto a su esposa.

Mis hermanos no dieron marcha atrás, se fueron de fiesta.

Finalmente entramos a la casa y mis padres se fueron a su habitación; Penélope y yo, a la mía.

—Estoy agotada, pero contenta. Todo salió bien. —Le dije apenas entramos a mi habitación.

—¿Demasiado cansada como para que juguemos un rato? —Preguntó con picardía y pegándome a su
cuerpo.

—Antes tenemos que hablar. —Ella me miró interrogante. Me abracé más a ella. —Veras, mi padre es muy celoso conmigo.

—Eso lo pude notar.

—Sé que eres cariñosa y posesiva y no me lo tomes a mal, eso me gusta, pero estas matando a mi papá mi amor, dale un respiro, por favor.

Penélope frunció el entrecejo.

—No lo había visto de esa forma, pero está bien, tienes razón, voy a portarme bien cuando estemos con tus padres.

Sonreí complacida y con una idea formándose en mi mente o más bien, retomando la idea de Penélope.

—Pero ahora estamos solas mi amor y yo quiero jugar.

Ella comenzó a sonreír, pero pareció recordar algo.

—Mi amor, tú haces un poco de ruido cuando hacemos el amor. Créeme, me enloquece, pero no creo que a tus padres le guste mucho.

—¿Estas bromeando? —Pregunté apenada y sintiéndome sonrojar antes de conocer la respuesta.

Para mí que mi mortificación aumentara, Penélope negó con la cabeza y sonriendo antes de responder.

—No mi amor, pero créeme, yo tenía muchas ganas de jugar.

Soltó una leve carcajada cuando me abracé a ella con más fuerza, pues supo que estaba realmente apenada. Finalmente me dio un beso en los labios y me abrazó también.

Después de eso, pasé parte de la noche contándole algunas anécdotas de mi niñez, que preguntaba por todas las cosas que estaban en mi habitación, fotos, poster, música. Luego nos dispusimos a dormir una en brazos de la otra. La mañana siguiente sería navidad y estaba loca por darle mi regalo.


POSIE - FortressDonde viven las historias. Descúbrelo ahora