¿Héroe favorito?

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Bakugō Katsuki odiaba a los niños, nadie tenía que preguntarle para saberlo porque siendo una persona carente de la paciencia y tolerancia, era fácil suponer que los niños pequeños no le agradaban en lo absoluto; y no estaban equivocados, Bakugō Katsuki en verdad odiaba a los niños. Le resultaban molestos, se encontraba disgustado cuando lloraban, cuando mostraban lo dependientes que aún eran de una persona mayor y más aún lo malcriados que eran; tan odiosos. No era como si alguna vez haya tenido mucho contacto con los niños, únicamente los ha visto de lejos y la primera vez que interactuó con uno fue durante sus cursos para obtener su licencia de héroe. . . No le agradaron; aunque también estaba esa ocasión en la que conoció a Kota, tampoco le agradó.

Así que no fue una sorpresa para nadie que se mostrara disgustado al saber que una niña de siete años se quedaría con ellos. De acuerdo, evitaría cualquier contacto con ella y mientras no entrara a su habitación e ignorara su presencia cuando se encontraran en la misma zona, todo estaría bien.

Como esperaba, su grupo social estaba emocionado con la llegada de Eri, ya podía imaginarse a la niña contenta de toda la atención que recibiría. Recuerda haberla visto alguna vez, cuando él tocaba la batería durante el Festival, estaba en los brazos de Mirio Togata sonriendo y riendo y, por alguna razón el estudiante de último año estaba llorando. Shota Aizawa abrió la puerta de los dormitorios y entró con una niña pequeña, tomándola de la mano, pero su comportamiento no fue el que esperó.

La niña parecía tímida, incluso asustada y cuando Ashido emitió un chillido de ternura al verla, Eri se escondió detrás de la pierna de su profesor. No esperaba un comportamiento como ese, a decir verdad, esperaba uno alegre. Vaya sorpresa.

Aunque algo le inquietaba al ver a la niña y no era solo al ver aquel pequeño cuerno sobresaliente de su cabeza, no era lo más raro que había visto en toda su vida; sino era el hecho de que la pequeña se ocultaba detrás de Aizawa y siempre con la mirada baja. Podía ser simplemente el comportamiento de una niña tímida, pero esa respuesta no lo convencía del todo. En verdad se sentía un poco inquieto.

💥

La primera vez que Bakugō supo que aquella niña de cabellos claros era especial fue cuando no reaccionó ante sus gritos y explosiones. Esa tarde estaban en la sala de estar de los dormitorios, él estaba sentado en una de las mesas junto a Kaminari, explicándole los temas de matemáticas vistos en clase. Midoriya junto a su grupo de amigos y una Eri sentada en su regazo, también estaban presentes, ellos estaban en los sillones; pero él ignoró su presencia. Le explicó por un buen rato a Denki los ejercicios, pero cuando le pidió que los realizara, el rubio no le prestó ni la más minima atención pues estaba demasiado ocupado observando a Jirō Kyoka. Eso solo causó la ira de Katsuki.

De una explosión hizo que éste cayera con todo y silla.

– ¡Pedazo de mierda, solo me hiciste perder mi tiempo! ¡Muérete! —Exclamó colocándose de pie y acercándose a un temeroso Kaminari.—

– Es-Espera Bakugō. . .  Somos amigos, ya sabes cómo soy. —Denki sonrió con nerviosismo.—

– ¡Cállate!

Y antes de que pudiera lanzarle otra explosión, el delegado de la clase se acercó a él para darle un sermón.

– ¡Bakugō-kun! ¡Esa no es la forma de dirigirte a un compañero! Además, por si lo olvidas, hay una menor presente, ¡Ese no es el vocabulario adecuado! ¡Y podrías asustarla con tus gritos y explosiones! —Iida movió sus manos frenéticamente mientras le reclamaba.—

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⏰ Última actualización: Jan 16, 2020 ⏰

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