Capítulo Único

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Finalmente, pude escribir mi primer Furuyui!! tenía mucha ilusión de contribuir con esta parejita. Esta idea me golpeó al ver el fanart que anexé como portada (no tengo el nombre del artista, lo siento)

Es una pequeña historia muy simple, suave además, pero aun así espero les agrade.

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Es tarde, Yui lo sabe más que nada porque los dormitorios se encuentran desiertos, y entre el silencio de la estancia (no faltan los sonidos de los distintos animalitos de alrededor) recorre el camino de vuelta a su habitación compartida.

Ya en su destino, Yui abre la puerta con sumo cuidado para no interrumpir el sueño de sus superiores. La luz se encuentra encendida, no le extraña del todo, pero al dar un vistazo más adentro es cuando la sorpresa lo golpea...

Furuya Satoru (el pitcher monstruoso de segundo año, quien portó orgullosamente el número de la estrella durante un tiempo, de aura intimidante y quien es además alguien que Yui admira) se halla tendido en el suelo completamente dormido como un pequeño sin preocupaciones; la franela levantada muestra parte de los tonificados abdominales gracias al ejercicio diario y el cabello oscuro luce alborotado.

Yui opta por tallarse los ojos para descartar la posibilidad de que esté soñando. Y para su suerte (¿Lo es realmente?) no es así.

Bien, Furuya es una persona muy particular. A pesar de su notoria presencia (su talento, su altura y contextura) es un muchacho común de diecitantos años con sueños y metas. Es tranquilo, de pocas palabras, incluso reservado y tímido, distraído a todo lo diferente al béisbol, le cuesta expresarse, trabaja duro por mejorar, es sensible al calor, de alta resistencia y fortaleza, con una afición peculiar -tierna- por los osos polares y tiende a dormirse con facilidad... Como ahora.

Yui respeta a Furuya como lanzador y jugador (¡Está tan feliz de haber elegido a Seidou!) pero es su lado más humano, más sensible, lo que lo cautiva convirtiéndose en lo que más le gusta de este.

-Fuyusan-san...-

Una vez que Yui ingresa, tan sigiloso como puede, llama en un susurro a su superior para evitar despertar a su otro compañero. Por supuesto, su llamado fracasa y él, inteligente como es, se acerca un poco más y se hinca junto al otro. Se fija en el rostro dormido, tan en paz, e inconscientemente echa un rápido vistazo a la piel expuesta. No puede simplemente irse a la cama y dejar a Fuyusa allí, así que debe conseguir una manera de despertarlo para que vaya a dormir adecuadamente.

-Despierte, por favor.- y acompaña su llamado con varios toquecitos en el hombro del muchacho dormido.

Entonces, Furuya se muere y, contrario a lo que Yui espera, alcanza su pierna abrazándola. Por si fuera poco, una de las manos que se aferran a él se mueve lentamente acariciando la tela esponjosa de su pijama.

Yui no entra en pánico, pero algo se agita con fuerza en su interior... Oh, son los latidos de su corazón.

No pueden permanecer de esa manera, por ello Yui actúa apenas se estabiliza, o al menos un poquito. Coloca una mano sobre la del lanzador, en un intento por moverlo, y el calor que encuentra le genera escalofríos y lo detiene... No está del todo seguro, pero probablemente es la primera vez que toca a Furuya de esa manera.

-Suave...-

Es el murmullo soñoliento de Furuya, frotando una vez más la tela, lo que logra sacar a Yui de sus raros pensamientos, pero la sensación en su interior se acentúa llevando calor a su rostro también. Ah, Fuyura está siendo tierno otra vez.

Una sonrisa se forma en los labios de Yui ante el momento curioso y acogedor y considera, sin cohibirse en llevar su otra mano hacia los cabellos oscuros encontrando suavidad, que todavía tiene mucho que aprender en esa escuela...

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Notas Finales: ¡Gracias por leer! disculpen cualquier error y/o incoherencia.

Si te gustó, házmelo saber~

SuavidadWhere stories live. Discover now