Prólogo

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Alguna vez les paso que en vez de salir de casa hubiera sido mejor quedarse en casa encerrado viendo películas todo el día, pues eso es lo que Jimin pensaba que debería haber hecho. Desde el momento en el cual su alarma decidió no sonar debió quedarse en cama, pero no, tratando de ser responsable decidió alistarse para ir a la universidad rápidamente, solo le quedaba media hora para llegar a clases. Al alistarse debió percibir las otras señales que el destino le mandaba como el hecho que el agua caliente se acabó o que sus amables compañeros de casa se hayan terminado sus preciados yogurts, así que casi se congela y de paso salió sin nada en el estómago. Su lobo le estaba reclamando por eso y porque quería salir a correr como antes de mudarse a la ciudad, pero tendría que esperar hasta el fin de semana.

Tendría que correr a la universidad porque, oh sorpresa, solo faltaban 10 minutos para que comience su clase y justo le tocaba con un profesor que no dejaba entrar ni un minuto tarde. Solo agradeció haber encontrado un lugar donde vivir que se encontraba a unos 15 minutos de la universidad, yendo lento. Le faltaba poco para llegar a la entrada de la universidad y todavía tenía tiempo para correr hasta la facultad donde se encontraba su aula, pero de un momento a otro ya se encontraba cubierto de algún tipo de frappé de café, botado en el suelo. Lo único que hizo ese momento fue fruncir la nariz por el olor dulzón, es que tener los sentidos más agudos por ser lobos es bueno, pero si están alterados como los suyos es de lo peor percibir olores demasiado fuertes.

̶ ¿Es que estas ciego? – le reclamo una voz que parecía molesta, eso hizo que levantara la mirada al chico, que estaba parado en frente suyo, con vaso en mano y que tenía una mirada que te podía decir hasta de lo que te ibas a morir. Era un chico que con todo su ser gritaba ser alfa, lo podría comprobar por su olor, pero su sentido del olfato se encontraba ofuscado por el café. Era alto con cabello castaño, ojos cafés oscuros, tenía buen cuerpo había que admitirlo, pero su aura gritaba popular, así que no entraba en el grupo de personas con las que usualmente se relacionaba.

En cualquier otra oportunidad habría tratado de evitar cualquier tipo de interacción con personas así, pero estaba claro que hoy no era su día. Así que lo único que atino a hacer fue gruñir en advertencia mientras se paraba, porque hasta su lobo estaba cabreado.

̶ No tengo tiempo para esto – murmuro mientras se arreglaba la ropa mojada y sacudía su cabello para secarlo un poco, no quería ver su reflejo porque pese a que no le gustaba llamar la atención siempre procuraba ir bien arreglado. Se fijo si su celular estaba bien, pero al ver la hora maldijo por lo bajo – mierda – empezó a correr solo le quedaban unos 3 minutos para llegar.

̶ ¡Oye!! – escucho que le gritaban desde atrás pero no le hizo caso y siguió corriendo.

Lo iba a lograr estaba cerca, no sabe cómo lo logro, pero estaba seguro que rompió su propio de récord de velocidad, pero justo cuando estaba a metros de la puerta apareció el profesor. "Tiene que ser una broma" pensó porque jura que el profesor lo vio, pero de todos modos le cerró la puerta en su nariz. Si en definitiva debió quedarse en casa durmiendo.

Let's begin a story [KookMin]Where stories live. Discover now