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-Sabes de muchas maneras que pensé que haría que me odiaras no pensé en esta. Por muy extraño que fuera pensé por un momento que fueron celos.

No por favor ahora no.

Había corrido a la salida y me encontraba sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared del club tratando de no romperme.

Mis náuseas y mareos pararon un segundo, pero me sentía mal como si hubiera caído de cabeza y al mismo tiempo se me venía a la mente la imagen de Jeon con la rubia.

¿Porque me seguía?

¿Le gustaba torturarme??

-No sé de qué me hablas. -dije sin mirarlo.

Claro que lo sabía.

En ese instante sentía una crisis a punto de iniciar. Sentía todo fuera de sí.

-Insisto por un momento pensé que tenías celos, eso habría sido muy divertido de ver. Pero tu mirada decía otra cosa.

Tenía que calmarme.

Sentí como se sentó a mi lado, ese gesto hizo que quisiera llorar.

No, no quería romperme.

-Tu mirada era de pánico, decepción y terror por lo que deduje que no eran celos.

Claro que no.

-Jeon...

-Tú tienes miedo... a que te reemplacen -Dijo con voz suave.

Mierda.

No.

No.

-No tengo miedo, soy tolerante ha eso siempre estoy en segundo lugar para todos. Creo que quedo demostrado en el club, pero es normal. -decía con un hilo de voz tratando de justificarme.

Lo sabía es absurdo, pero era normal en las relaciones que tenía con las personas.

Lo sabia

Pero....

-Si, pero te incomoda...te molesta.

Sentía que iba a colapsar en cualquier momento, no quería que nadie lo supiera menos él.

¡Cualquiera menos el!

-Sabes Hee tengo una idea loca de ti ¿Quieres oírla...?

No no quería

No podía verlo al ala cara tenía miedo y vergüenza

Pero me atreví

Él estaba cerca mío, apoyándose en su rodilla mirándome. No había rabia, asco, enojo, ni siquiera un índice de una emoción solo amabilidad y comprensión. Esperaba muchas reacciones o comentarios hirientes hasta insultos, pero no esas reacciones.

Me mordí los labios y asentí.

-Creo que tu ideal es que mientras los demás sean felices a ti no te importa estar sola ya que los quieres de un modo incondicional.

Mi vida resumida en unas frases.

-Pero al final te sientes incomoda y te avergüenzas de acercarte a los demás cuando los necesitas. Todo indica a que no quieres depender de alguien eso explica por qué patinas en la rama individual.

Creo que era mejor no hablar en ese momento.

-Ahora no sé por qué has tomado esa decisión. - dijo suavemente.

RINK ICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora