Marea Brumosa

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          El día no había sido tan productivo como la tripulación esperaba. El capitán había comentado por la tarde que se encontraban rumbo al Mar Septentrional, las aguas más frías de la región, lo que solo significaba que la cantidad de peces sería mucho menor. No podían cambiar el rumbo hacia el sur, eso sería una pérdida de tiempo. El viaje estaba planificado para durar un par de meses antes de que el invierno dejase atracado a la mayoría de los barcos y el comercio quedase estancado por un tiempo.

          El repiqueteo constante de la lluvia contra la madera era lo único que acompañaba el metálico sonido de una daga siendo afilada. Era de noche y a Dal le tocaba el turno Intempesta (madrugada). Terminó de afilar su daga, se levantó y se la ciñó al cinturón. Se desperezó, tomó su capa de caucho y salió del camarote para salir a la cubierta; pero se desvió para pasar por la bodega y tomar un odre de ron con especias. Como era de esperar la cubierta estaba solitaria y la lluvia era la única que parecía no dejar de trabajar en su incesante intento por inundarlo todo. Recorrió la cubierta con la mirada hasta que logró ver a Conway, quien estaba en la proa del barco viendo lo que parecía ser una agresiva tormenta que se acercaba lentamente. Cerró la escotilla y caminó hasta llegar a su lado, Conway le dirigió una rápida mirada antes de fijarse en el odre que llevaba Dal en la mano.

—Dame un poco de eso, ¿Cómo es que no te atraparon robando en la bodega?

—Conway, a estas horas todos están durmiendo, soñando con atrapar algo mañana, el puerto o alguna puta, no es tan difícil. — Dijo Dal mientras le entregaba el odre. — Déjame algo, lo saqué del tonel de la cena.

—Ya, solo quiero refrescar la garganta antes de unirme a los demás en los camarotes.

—No se ve nada bien esa tormenta de allí delante ¿No? parece convocada por el mismísimo Kraken.

—Siempre ha estado ahí, esa es la isla de los Eternos. — La cara de Conway se ensombreció al decir esto. — Fue difícil para Dal notarlo entre la lluvia y la noche. — Solo el Magistrado sabrá por qué demonios el capitán nos trae tan cerca de ese lugar.

—Yo... creo que quiere arriesgarse por un botín gordo, nadie viene a pescar por aquí, seguro que es eso. — Dijo Dal, tratando de desviar su preocupación, conocía las leyendas de la isla, no era buen augurio presenciar esa tormenta.

—Pues yo espero que mañana tome ese timón y nos vayamos bien lejos de aquí, cuanto antes mejor. — Conway zanjó la conversación con ese comentario y desapareció al bajar por la escotilla. «Parece que si la tripulación ve esta tormenta se pondrá nerviosa, ¿en qué estará pensando el capitán al exponerse incluso a un motín?»

          Dal se volvió para observar la tormenta que se distinguía a lo lejos, como fundiéndose con el negro horizonte. Conway no solía ser amistoso, pero esa noche parecía tener un humor de perros por estar cerca de la isla. La tormenta no se veía de día, demasiada luz para ser vista desde lejos, pero de noche sí que se podía ver si uno miraba en la dirección correcta.

          La temporada de pesca no había sido tan exitosa y este riesgo parecía ser la última carta antes de que cayese el invierno. Era como una daga de doble filo, si sabías usarla, conseguirías un corte limpio y certero, por otro lado, si no sabías, lo más probable es que terminases con un corte grave o con algún dedo amputado. Dal no sabía cómo, pero llevaba rato observando su daga mientras divagaba, guardó su daga otra vez y se dispuso a dar una ronda por la cubierta. Desde luego la idea de estar tan cerca de una leyenda como lo era la isla lo ponía nervioso, desde niños a todos les inculcaban el miedo hacia ese lugar, se decía que esa isla era el origen de los mares, donde el Kraken y el Magistrado, en un ataque de ira se debatieron la libertad de las aguas y la tierra. La leyenda dice que ninguno ganó, pero tampoco se les volvió a ver desde aquello, el Magistrado reina ahora sobre la tierra y el Kraken acecha desde la profundidad de los mares, dándole su bendición a aquellos que surcan las aguas por libertad y no por codicia y ambición vana.

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⏰ Last updated: Jan 16, 2020 ⏰

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