El prodigio musical, Lee Minho, tiene la fama de ser uno de los compositores mas jóvenes de toda Corea. Sus composiciones han sido utilizadas por un sin fin de orquestas, garantizando una vida de lujos y fama. Sin embargo, la compañía donde trabaja...
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Heart Notes Minho x Jisung ----------------------------------------------------------- ——————————————————
Canta, oh musa, la cólera del pélida Aquiles.-
Leía las primeras líneas de la Ilíada, creo que es la doceava vez que recurro a este libro por aquello que he ido perdiendo últimamente, inspiración.
Muchos me conocían como el nuevo Mozart, ya que he nacido como un prodigio musical. A los seis años, ya me encontraba participando en orquestas a nivel nacional, mi padre estaba orgulloso de mí, o quizás estaba tan feliz por aquellos sobres que llegaban mes a mes, con grandes sumas de dinero.
Ya con once años, compuse mi primera sinfonía, inspirada en las tragedias griegas que suelo leer en mis tiempos libres. Fue titulada "El nacimiento de Edipo", una obra basada en la trágica historia escrita por Sófocles. Fue un éxito en todos los teatros de Corea, recibiendo una oleada de críticas positivas por parte de los medios de comunicación. Cabe mencionar que durante ese año, al fin pude administrar mi dinero, malgastando gran parte de este en los primeros meses, sin embargo cambié mis inversiones a la caridad, ya que según mi mánager, eso me daría buena imagen a la prensa.
Nunca asistí a la escuela, aunque si tenía una idea más o menos clara de como era la vida escolar. Eso se lo debo a mi único amigo y mano derecha, Hwang Hyunjin. Aprendí todo lo que sé gracias a profesores particulares e institutrices. De todos modos tendía a aprender todo rápidamente, por lo cual podría decirse que mi graduación fue durante mis diecisiete años de vida. Al año siguiente pude independizarme, básicamente mi padre dependía de mí y no yo de él. Compré una casa grande, cerca de sectores rurales para tener mas tranquilidad al momento de componer. Ese año compuse mi segunda obra, "Los misterios de Perséfone ". Con esa creación gané el dinero suficiente como para no trabajar en treinta años, pero yo aún quería mantenerme en un pedestal, pese a ser un chico aislado de los demás, adoraba ser el centro de atención, el nombre que aparecía en los encabezados de noticias, el tema principal de los noticieros, en verdad amaba ese tipo de atención, amaba tener el mundo a mis pies.
Actualmente cuento con veinte años de vida, no tengo otras motivaciones aparte de la música, y es que la música me hizo lo que soy hoy en día, un prodigio.
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Aquella mañana había amanecido fría, podría jurar que era la mañana más fría que ha tenido el mes de febrero. Me hallaba en el salón de música junto al piano, y claro, con una caliente taza de café. Miraba por el rabillo del ojo hacia el ventanal, observaba con atención como caían aquellas diminutas gotas de agua que posteriormente se estrellaban contra el ventanal. A pesar de ser una de las cosas mas comunes, yo lo consideraba una de las siete maravillas del mundo. Volví a concentrarme en la composición de mi nueva obra, sin embargo últimamente no han llegado las notas que tanto he buscado.
