MIRADA DE INVIERNO (WinterSpider)

I

Esto era emocionante. Al fin logró ingresar a la universidad, atrás quedó la escuela y las burlas, o al menos eso creyó el Omega Peter Parker.
Junto a su amigo, el genio Tony Stark, entraban a la que sería su casa los próximos 5 años.

-¿Estás nervioso?- pregunta Peter a Tony

-Vamos Pet, somos genios...que será un puñado de idiotas a los que demostrar lo que somos ..-

Si las cosas eran feas en la escuela, en la Universidad eran peor. Los alphas sentían curiosidad y celos por aquellos omegas, era extraño que su casta sobresaliera de ese modo, y por partida doble, ya que Tony también es Omega.
Sin embargo, había una situación que era incluso más prejuiciosa que ser Omega sobresaliente, y eran las discapacidades.
No importa tu casta, no importa tu posición social, si tienes una discapacidad, de inmediato eres hecho a un lado como basura, como desecho de la sociedad, ya que en éste mundo de alphas y Omegas, el estar saludable era lo primordial para hacer crecer tu descendencia, ser capaz de proteger a los tuyos, en el caso de los alphas de cuidar a sus omegas, y en el caso de los omegas respaldar a sus alphas.
Sin embargo, Tony y Peter eran tratados como basura, a pesar que Tony gozaba de buena posición económica, el solo hecho que ese Omega castaño de ojos grandes y hermosos a juego con su cabello era uno de los más testarudos seres que ha pisado la tierra, era fastidioso para los alphas.
Algunas semanas han transcurrido desde el ingreso a la universidad, han recibido diferentes bromas de mal gusto y sobrenombres exagerados, rozando la línea delgada entre broma pesada y bullying.
Lo último: derramarles jugo de tomate en los baños.

-Esto es...todos estos trogloditas son una mierda...- decía Tony, cambiándose de ropa en la habitación que comparte con Parker -Debemos hacer algo...-

-Tony...ya basta...desde el primer día fuimos blancos y ahora es peor por tus venganzas...- el chico salía de la ducha para vestirse también.

-¡No podemos quedarnos de brazos cruzados Parker!-

-Stark...eres mi amigo, mi hermano y sabes que te quiero...pero déjalos ya, un día de estos se aburrirán...-

-Eres un aburrido...-

-Te propongo algo...hagamos un experimento...no importa lo mucho que nos molesten, no habrá venganza...dejemos que se aburran, que Ya no reaccionamos a sus provocaciones...si en un mes no se han rendido aceptaré cualquier plan que digas...¿De acuerdo?- Peter le extiende la mano a su amigo, éste lo piensa un poco, mirando con una ceja levantada a su hermano de ciencias, al fin se la toma.

-Hecho...pero recuerda, sino funciona harás lo que yo diga...-

Así, soportaron durante casi 3 semanas todas las bromas que, en su mayoría eran los del equipo de fútbol, les hacían incluso frente a los maestros; de pronto todo cesó, no había basura en sus bolsones ni en el auto de Tony, no hubo más jugo de tomate en el baño ni chicle en sus asientos...no hubo más bromas.

-Demonios Parker...admito que tuviste razón...- decía Tony caminando hasta la biblioteca

-¿Ves? Es mejor la paz Tony...-

-Y yo que tenía planeado algo grande...bueno, en otra vez será...-

-Bueno, iré a la cafetería, te alcanzo en una media hora...-

-Estaré en la sección de mecatrónica-

Peter corrió, en la mañana no pudo comer nada ya que se levantó muy tarde, eran las 11:00 AM,  un hambre de los mil demonios le atacaba.
Casi se tragó todo, corriendo hasta la biblioteca para encontrar con Tony.
En su camino, decidió conocer otro sendero de la universidad, midiendo el tiempo si era más corto el trayecto.
Al pasar cerca del edificio de arte, vió que en una banca cercana, un chico veía el cielo como si buscara formas en las nubes.
Nada podía ser más normal, exceptuando porque el Omega sintió un pequeño vacío en su estómago, haciendo que involuntariamente liberara su aroma a avellana.
El chico sentado sintió el aroma, su cabeza que estaba inclinada hacia arriba, se enderezó, como viendo adonde le guiaba aquel aroma.
Peter sintió que le miró, directamente, haciendo que sus piernas le fallaran al ver ese par de Orbes: un hermoso color azul grisáceo, semejante al invierno.
Un aroma penetrante a pino llegó hasta su nariz, sintiéndose nervioso por el chico que le miraba, no pensó en nada más que correr, correr a toda velocidad.