Naranjú no tenía idea de cómo darle la noticia a su hermana menor y cómo se tomaría esta misma, por lo que los nervios no tardaron mucho en aparecer. No quería dejarla, pero se veía en la obligación de hacerlo dadas las circunstancias.
Tatín lo veía caminar de acá para allá mordiéndose las uñas, preocupándose cada vez más por su amigo. En un momento Naranjú colocó ambas manos sobre su rostro y dejó escapar un gruñido repleto de impotencia. Tenía ganas de llorar.
—Capo, ¿estás bien? —preguntó Tatín ya un poquito asustado por las acciones de su amigo.
—Sí, sí; no pasa nada. Tranqui —respondió Naranjú apartando las manos de su cara y pasándoselas por el pelo. Luego de dar un suspiro, sonrió para mostrarle a Tatín que estaba bien—. Ahora tengo que ir con Miel y decirle cómo nos vamos a organizar… ¿Seguro que no pasa nada si me quedo con vos hasta que se resuelva todo?
—Naaah, todo piola. Vos sabés que sos mi bro y no me molesta que te quedes en casa. Eso sí, ayudáme con las cosas.
—Obvio.
Ambos amigos caminaron con calma hasta la puerta de la fábrica y se encontraron con una nena de roja vestimenta y pegajoso cabello. Estaba mirando por la ventana mientras jugaba con los autitos que Mogy, uno de sus mejores amigos, le prestó. Más o menos estaba enterada de la situación en la que se encontraba, pero no se imaginaba que tendría que separarse de su querido hermano mayor.
Naranjú respiró profundamente y se acercó con lentitud a su hermana. Tenía miedo de su reacción, Mielcita podía ser bastante impredecible en ocasiones. En tan solo un instante se imaginó todo tipo de escenarios: ella llorando e intentando aferrarse a él, ambos con la angustia atorada en la garganta, él mismo negándose a soltarla, ¡todo podía pasar! Repentinamente los nervios invadieron su mente una vez más y detuvo sus pasos cuando se encontraba a pocos metros de su hermana.
Tatín pareció notarlo y agarró a su amigo del brazo para así evitar una posible huida. Sin decir nada lo incitó a seguir caminando con un gesto y serio semblante, sentía que debía cambiar su actitud momentáneamente para ayudar a Naranjú.
Una vez que ambos llegaron con Mielcita, Naranjú tocó su hombro para llamar su atención. La nena volteó con una expresión confundida, hace un ratito había visto a Sugus estacionar su auto frente a la fábrica y no sabía qué estaba por pasar ni por qué su hermano se veía tan angustiado.
Naranjú se agachó para quedar a la altura de Mielcita y, con falsa seguridad y una sonrisa, dijo:
—Miel, los dueños de la fábrica se fueron a la mierda y todo se puso re complicado. Seguro salimos de esta, pero mientras tanto le dije a Sugus que vas a vivir con él hasta que las cosas mejoren.
Mielcita miró a su hermano conteniendo las lágrimas. Era consciente del esfuerzo que hacía para no llorar frente a ella y sonreír, así que creyó que lo más conveniente era fingir tranquilidad y tragarse la tristeza. No quería separarse de Naranjú, pero, si era lo mejor, debía hacerlo.
Su despedida fue silenciosa. Lo único que los hermanos hicieron fue abrazarse y acariciar sus cabezas mutuamente. Sentían que si alguno de los dos se decidía a hablar una tormenta se desataría en el interior de cada uno y las lágrimas amargas no tardarían en llenar sus ojos. Para no alargar más las cosas, Naranjú cargó a Mielcita y la llevó a upa con Sugus, quien esperaba pacientemente a que salieran de la fábrica. Tatín los siguió sin decir nada.
Sugus salió de su auto y recibió a los jóvenes con una agradable sonrisa que, a los ojos de Naranjú, aseguraba que todo estaría bien. Mielcita sin pensarlo se aferró fuertemente a su hermano mayor, pero este le dijo en un susurro que no podía quedarse con él.
—Vas a estar bien —prometió antes de bajarla. Mielcita miró el piso—. Dale, cambiá la cara. No me gusta que estés así.
—¿Me vas a visitar?
Naranjú rió por lo bajo.
—La pregunta me ofende. ¡Obvio que te voy a visitar!
La nena sonrió animada ante las palabras del chico, quien de pronto se sacó la cadena que siempre llevaba puesta. Se la entregó a su hermanita sin decir nada al respecto.
—Sé que te gusta mucho. Dale, andá con Sugus.
Mielcita miró hacia atrás y vió como Sugus la saludaba con una mano. Abrazó por última vez a su hermano y se dirigió hacia el hombre de pelo rosa casi corriendo, intentando parecer calmada. Una vez que subió al auto, saludó a Naranjú y Tatín con la mano mientras que Sugus le abrochaba el cinturón de seguridad.
—Cualquier cosa que Mielcita necesite, te llamo, ¿dale? —dijo Sugus apoyando su mano sobre el hombro de Naranjú—. Cuidáte, por favor. Yo sé que van a poder salir de esta.
—Vos también cuidáte… y cuidála, porque te juro que te hago chorizo.
Sugus no supo muy bien cómo responder, solo se limitó a reír por los nervios y, sin dejar de sonreír, entrar al auto. Cuando arrancó pudo notar que Naranjú y Tatín ya se encontraban caminando hacia la parada de colectivo más cercana.
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El recorrido era silencioso, aburrido. Mielcita se entretuvo con los autitos de Mogy —los cuales nunca había soltado— y la cadenita que su hermano le regaló minutos atrás. Le gustaba mucho; era plateada y tenía un dije naranja con la forma una de N chiquita.
Miró por la ventanilla un rato, notando a una figura conocida paseando a un perro en una plaza.
—¿Ese no es Media Hora? —preguntó Mielcita en voz alta sin notarlo. Sugus miró por la ventanilla de reojo y asintió.
—¿Querés que paremos? Así lo saludamos y jugás un ratito en la plaza.
Los ojos de Mielcita brillaron con ilusión.
—Vamos.
Acto seguido, Sugus frenó y ambos bajaron del auto.
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perdón, quería ponerme emotiva. ✊😔
no me pregunten qué carajo me fumé para escribir esta cosa porque ni yo sé, ah. es una cagada esto y creo que me redacté para el ojete, pero bueno.
tenía esta idea en mente desde hace rato, pero no me animaba a subirla hshshshs. pero dije "ya fue. estuve roleando a Fulbito hace poco, ¿por qué no hacerle un fanfic a los wachis?" y acá me tienen(¿.
aunque en parte también hago esto para descargar mi bronca porque saccharoni no hace canon el Sugus x Media Hora, ahnomentira.
sacch, si ves esto, dejáme decirte que sos un groso y t am0.
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❝ kilig. | saccharoni ❞
Fanfiction✩⌇ kilig. « sentir mariposas al conversar con alguien a quien encuentras atractivo. » ꒰ ⊰ donde Mielcita ayuda a sus amigos a encontrar el amor. ꒱ ────── · ⟨ 🍬 ⟩ · ────── 🍭; los personajes le pertenecen a saccharoni. 🍭; mucho uso de modismos arge...