Día #6 Miércoles (1).

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Miércoles, mitad de semana y no se sentía para nada bien.

Su nariz estaba congestionada, todo su cuerpo le dolía, estornudaba a cada rato y sentía un frío recorrerle todo el cuerpo.

Se frustró al pensar que bastaba una simple lluvia para enfermarse. Pero había valido la pena, pues encontraron a Dana sana y salva. Aún recordaba lo rápido que Thor cruzó la carretera, no dudaba ni un segundo que su entrenamiento tuvo que ser duro.

De repente se vio preguntándose si en el tiempo que estuvo lejos lo habría pensado y extrañado tanto como él.

Cerró los ojos y suspiró deshaciéndose de aquellos pensamientos.

Sabía que ya era tarde y debía pararse, pero su cuerpo no le respondía.

Su padre entró a su cuarto preocupado.

—Loki ¿Ya despertaste? Es tarde.

—Creo que no iré a la universidad, no me siento muy bien— Dijo con su voz gangosa por su nariz obstruida.

Su padre se acercó poniendo el dorso de su mano en su frente —Estás algo caliente, no puedes quedarte solo, le llamare a Frigga para que te venga a dar un vistazo.

Que su vecina fuera doctora tenía ciertas ventajas, como no pagar por consultas.

Loki solo asintió con la cabeza refugiándose, aún más debajo de sus cobijas. "Thor" Fue lo que cruzó por su mente antes de volverse a quedar dormido.

*-*-*-*

Thor acababa de desayunar, vio a su padre alistarse rápidamente para ir a trabajar mientras su madre hablaba en la puerta con Laufey.

Cuando la vio meterse de nuevo de inmediato la interrogo.

—¿Pasó algo?— Aunque había tratado de escuchar la conversación no entendió mucho.

—Al parecer Loki se enfermó— Frigga recogía su portafolios viendo la hora en su reloj —Thor cariño ¿Puedes ir a hacerle compañía?, te daré algunos medicamentos para que se los des.

—Con mucho gusto— Respondió entusiasmado.

*-*-*-*

Thor entró a la casa de los vecinos, que estaba completamente en silencio.

Se dirigió al cuarto de Loki tratando de hacer el mínimo de ruido.

Entonces lo vio acostado en su cama, completamente dormido.
Cuando se acercó le vio respirando por la boca con un leve sonrojo en las mejillas, producto de la fiebre o eso pensó.

Se arrodillo a un lado de la cama, dejando en el piso el botiquín con medicamentos que le había dado su madre.

Todo ese tiempo lejos de él había sido una tortura. Todo lo que tuvo que superar lo hizo pensando en él, en volverlo a ver.

Lo miraba como si fuera el tesoro más grande y sagrado en todo el mundo, como si contemplara la perfección hecha persona. Porque eso representaba Loki para Thor.

Acarició con su mano la mejilla del chico, notando de inmediato el calor que desprendía.
Pero no se detuvo ahí, continuó hasta llegar a su cuello, pero Loki despertó quitándole la mano con un rápido pero débil movimiento.

—Quieto— Susurró seriamente con una mirada cansada, pero fría.

—Oye, solo iba a asegurarme que siguieras vivo— Trató de bromear alejándose un poco, ayudándolo a sentarse.

10 Días para recuperarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora