Knight's side pt. 4

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─ Mami mira mi dibujo – le mostró el pequeño de cinco años a su madre

─ Hoseok, muestra más decoro – frunció el ceño – Estamos hablando de algo muy importante tu padre y yo

─ Lo siento – se disculpó con una reverencia

─ Ve a estudiar, eso es lo que debe hacer un Jung – exclamó su padre con molestia

El pequeño Hoseok no entendía ¿por qué sus padres eran tan fríos? Con el paso del tiempo comenzó a pensar que tal vez no eran sus verdaderos padres y aunque fuera algo que no tendría que pensar un niño, él mismo no pudo evitar pensarlo. Incluso cuando llego su pequeña hermana Wheein, veía a su padre ser más cariñoso con ella, tal vez porque ella era la hija de la mujer que limpiaba su habitación. Tal vez porque ella si era su hija es que la quería más, aunque su madre no la amara de la misma manera, pero tal vez su madre era incapaz de amar.

Durante mucho tiempo no entendió, como es que Wheein podía ser su hermana si no tenían la misma madre, durante un largo tiempo estuvo reacio a quererla y siempre que podía la trataba mal para que no se le acercara. Su madre siempre le decía que debía alejarse de esa niña, porque ella no era más que un estorbo, aunque Hoseok no quisiera tratarla mal realmente, no podía contradecir a su madre, le daba miedo defraudarla.

Sin embargo, cuando la pequeña Wheein le llevo un par de galletas en forma de sol hechas por ella misma, no pudo evitar sonreírle y agradecerle. En ese mismo momento la menor le había dicho que su sonrisa era muy bonita y quería que sonriera más. Tal vez su madre estaba equivocada y su pequeña hermana no era un estorbo, era alguien que había llegado para aligerar toda la carga que ser un Jung conllevaba.

Cuando su madre murió, gracias a cáncer de pulmón por haber fumado gran parte de su vida y no haberse cuidado correctamente, no lo resintió y ni siquiera lloró. Porque esa mujer en la caja no había sido más que una mujer fría que lo veía como un objeto con el cual tener dinero, a sus 15 años Hoseok sabía bien que su madre solo lo necesitaba para tener la fortuna Jung entre sus manos.

A pesar de que la pequeña Wheein de 10 años se veía destrozada por la muerte de alguien como la mujer la trato tan mal, él no pudo sentir lo mismo y es que después de 15 años de haber sido educado de manera fría, no podía evitar sentir un desapego casi irreal por los sentimientos hacia las personas.

Escucho muchas veces durante los banquetes como todos rumoreaban lo atemorizante que era el primogénito de los Jung, porque no sonreía, apenas una pequeña sonrisa que no llegaba a sus ojos y solo lo hacía cuando era estrictamente necesario. Su padre enfermo tiempo después, Hoseok ya con 18 años podía hacerse cargo de las empresas, o al menos eso pensaba el hombre.

Hoseok tampoco hablo cuando el hombre se disculpó con él por no haberlo tratado como un hijo, se lamentó el haberlo tratado como un robot que solo estaba destinado a seguir con su legado. Para Hoseok fue liberador el hecho de que ambos padres hubieran muerto, no le interesaba nada de ellos, solamente hizo los trámites necesarios para que la funeraria se hiciera cargo y aunque su hermana lloró a mares, no pudo consolarla como un hermano mayor haría, porque no le habían enseñado como hacerlo y eso le frustraba, no le gustaba ver sufrir a la única persona que valía la pena en aquel miserable mundo.

Durante algunos años estuvo al frente de las empresas, junto a su mano derecha hacían todos los trámites necesarios. Su día a día, eran muchos papeles, café, comidas elegantes con personas a quienes apenas reconocía y finalmente ir a esa gran mansión, donde solo podía saludar a su hermana y a la madre de su hermana.

Durante mucho tiempo no pudo cambiar, era un gran empresario al que todos temían por su actitud fría, porque no podían conmoverlo. Muchas mujeres e incluso hombres intentaron "enamorarlo", pero Hoseok sabía lo que buscaban. Solo buscaban su dinero, los usaba un rato y luego los despachaba con un buen cheque que los hiciera callar, lo que menos quería era escándalos.

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