Layla
—Yo digo que el rosa te queda bien, ya sabes, es sensual pero te dará un aire infantil.
Stacey me observa mientras doy una vuelta modelando una de las opciones que me pondré para el miércoles, es decir, pasado mañana.
—Digo que es muy provocativo, no me malinterpretes, te queda perfecto, haces que dude de mi sexualidad, amiga. —Alessia se lleva un trozo de chocolate a la boca.
—¿Pero...? —inquiero.
—Pero es demasiado para una primera impresión.
—A mí me gusta. —opina mi hermana a su lado.
—Tú lo elegiste, es obvio que te gusta. —le responde la castaña, quitando su vista de mi vestimenta y concentrándose en la rubia.
—Pues claro, de las tres soy la que mejor gusto tiene.
—¿Y quién te dió ese título?
—Tu espejo.
Sin poder evitarlo largo una carcajada, atrayendo su atención nuevamente a mí.
—Deberias defenderme, ¡soy tu mejor amiga!
—Pero yo soy su hermana —Stacey dice con burla.
—A ti te quiere por tener la misma sangre.
—Ya, ya —limpio una pequeña lágrima—. Las quiero a las dos por igual, y las dos tienen un buen gusto, solo que diferente—miro a Stacey con una ceja levantada y esta contornea sus ojos—. Pero, sinceramente, no me siento cómoda con este vestido, preferiría otra cosa un poco más... Discreta.
—Discreta pero no de abuelita—completa mi castaña amiga.
—Exacto.
—Discreto pero no de abuela... Discreto—Stacey se voltea hacia su closet para comenzar su búsqueda.
Luego de mover algunas perchas, y descartar varias prendas, gira sobre sus talones con una sonrisa surcando su rostro y un conjunto en su mano.
—¡Lo tengo!—admite orgullosa—. Ya que el rosa te queda tan bien entonces decidí buscar algo con ese color y...—deja en la superficie de mi cama una vibrante falda rosa flamenco, que de seguro me quedara algo entallada, y, junto a ella, una camisa corta de color blanco con mangas 3/4—¡Tah-dah!
—Retiro lo dicho, yo misma te doy ese título de gurú de la moda, StayStay.
Alessia vuelve a masticar su barra de chocolate, mientras que yo agarro las prendas que mi hermana depositó sobre el colchón y las observo con más detenimiento.
—Algo menos por lo que preocuparme. No sé qué haría sin ustedes —aún con la ropa en mano me acerco a ellas dos y las abrazo con fuerza.
—No te pongas melosa, Lala. Demasiado cariño por hoy—Ale intenta zafarse, pero Stacey y yo la apretujamos más—. ¡Van a aplastar mi chocolate!
Riéndonos como locas nos separamos de nuestra amiga, quien pone sus ojos en blanco y termina de comer su chocolatina. Dándome la vuelta me dirijo al baño para ponerme la nueva ropa que mi hermana eligió, tardo más en quitarme el vestido rosa que en colocarme la falda y la camisa. Una vez ya cambiada vuelvo a mi habitación, ahí Ale me espera sentada en el borde de mi cama mientras que Stay está sacándose el esmalte viejo de sus uñas, probablemente para colocarse otro después.
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Sugar Daddy
General FictionÉl quería formar una familia. Ella quería no arruinar la suya. Un acuerdo dónde los dos salen ganando. Pero la vida no es tan fácil, así que Layla, una estudiante de marketing, deberá afrontar las consecuencias de tener un Sugar Daddy; mientras que...