El prostibulo de don sandia.

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Capítulo uno, el encuentro.

la chica de pelo rosa se encontraría en busca de un trabajo de medio tiempo, ya que realmente necesitaba dinero para su colegiatura, en su camino llegó a los lugares más bajos de la zona suburbana, donde se encontraría con un prostibulo, el cual consideraban uno de los mejores, ya que trabajaban mujeres realmente hermosas, y ahí fue a parar Yuno, pregunto por un trabajo y sandia al ver a la chica no dudaría mucho en contratarla, al día siguiente la chica despertaría con cierto entusiasmo, ya que solo trabajaría como mesera no tendría porque acostarse con los clientes, entonces llegaría bastante temprano al trabajo, cuando Sandía el gerente apenas estaría abriendo el prostibulo, no tardaría mucho en entrar la chica y comenzar con su primer día de trabajo, entonces el gerente iría a su oficina a ordenar algunas.

Yuno se encontraría de lo más normal limpiando las mesas, cuando vería como un chico de pelo castaño, y de un tono de piel morena, con músculos en los músculos, pecho de adamantium, pantorrillas asimiladas a las de un Dios y en donde podría romper diamantes con solo un roso, aparte de estar bastante guapo, la chica tendría un sonrojo bastante notorio, entonces el chico se acercaría de manera rápida a la chica, y solo se le quedaría mirando para pronunciar las siguientes palabras.

— ¿Tu trabajas aquí, preciosa?

Diría el chico mientras la de pelo rosa solamente trataría de no dirigirle la palabra, solo seguiría limpiando.

— Vamos, no te hagas la difícil.

Mientras el chico la miraría de pies a cabeza y luego sacaría un billete de bastante valor, para luego ponérselo entre los pechos de la chica.

— Toma, es para ti hermosa.

El chico de piel morena se le acercaría acercaría a tal punto que su respiración se escuchaba, la chica solo lo golpearía en sus genitales y lo haría retroceder, un poco adolorido el chico solo sonreiría.

— Me gustan las difíciles, y mas si son tan bellas como tú.

Seguía tratando de hacer sonrojar a la chica, mientras se pondría firme y acomodaría bien su traje, cabe aclarar que llevaba una corbata y un smokin negro, el cual lo hacía ver realmente bien.

La chica al llevar una falda bastante corta y un uniforme que dejaba mucho que desear, trato de provocar al chico agachándose para recoger un trapo que anteriormente tiro por error, dejando ver cosas que freddo quisiera inspeccionar de manera más profunda, se notaría como se alzaba de manera inminente el pantalón del negro mamado, ¿por qué? Era muy fácil saber porque, entonces luego yuno se acerca y agarraría el titan, para después acariciarlo y tirarle una bofetada.

— ¿Creíste que soy tan fácil, que caería tan fácil?

Diría la chica mientras unas carcajadas saldrían disparadas de su boca, mientras el negro habría logrado dormir a el titán.

El negro solo procedería a salir del local, no sin antes dejarle más dinero a la chica y pronunciar las siguientes palabras.

— Serás mía, me cueste lo que me cueste.

Miro como el chico salió del local, esta solo pensaría en una cosa, usarlo para conseguir dinero de manera sencilla, pero que equivocada estaba, realmente.

Sandia se encontraría en su oficina, por la ventana de esta miro todo lo sucedido y pensó que la chica le podría traer bastantes clientes, ya que Freddo en realidad era su mejor cliente, mientras una silueta se miraría a su espalda, al parecer de una chica la cual tocaría su hombro.

— Ven para acá, mi amor.

Hasta aquí dejaré la historia el día de hoy, tengo que dormir vai, cuzhau.

Una historia mamalona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora