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Pov Alejandra

Se que suena loco, salirme de casa en plena madrugada con un chico que acabo de conocer pero en realidad me mata la curiosidad.

Accedí a ir con Ian por el hecho de que me intriga, desde la primera vez que lo vi. Su mirada, esa mirada oscura pero al mismo tiempo llena de luz me intriga demasiado aunque debo admitir que tengo miedo, no es que crea que me va a secuestrar o a matar pero siempre he sido paranoica, es un poco extraño que diga esto mientras voy en su auto camino a quien sabe donde.

- ¿En que piensas Alesita?- Dice Ian sacandome de mis pensamientos.

- Nada que te importe idiota-Me encantaba tratarlo así, desde lo que paso en mi habitación no me quedan ganas de tratarlo bien.

-Oye oye no te alteres, solo es una pregunta inofensiva-Dice Ian tratando de alivinar el ambiente.

-¿A donde me llevas?- Pregunto mirando el camino.

-A mi lugar secreto- Dice Ian giñandome el ojo.

-¿Y porque me llevas a ese "Lugar secreto"?- dije haciendo comidillas con los dedos al decir lugar secreto.

-Porque quiero pequeña- Dijo Ian mirando el camino.

Me quedé callada luego que de Ian dijo eso, Ian colocó música para alivianar el ambiente y yo solo me disponía a escucharlo cantar.

Este chico me confunde, la primera vez que nos vimos me trató mal luego en mi casa hizo lo mismo, después me defiende y me ignora y ahora me lleva a su lugar secreto porque quiere, realmente no lo entiendo y apenas nos acabamos de conocer.

-Llegamos- Dice Ian estacionando el auto en un lugar que no conozco.

Me bajo del auto y observo donde estoy. Era una playa, una playa hermosa, tranquila, serena, con una vista a las estrellas maravillosa, este lugar emana paz y tranquilidad y me encanta, el sonido de las pequeñas olas llega a mis odios y es un sonido maravilloso. La playa estaba completamente sola y eso la hacía más hermosa un lugar solitario y tranquilo y no paro de preguntarme porque Ian me había traído aquí pero no me importa el motivo este lugar es hermoso.

-¿Te gusta?- La voz de Ian por segunda vez me saco de mis pensamientos.

-Es hermoso Ian, este lugar es maravilloso.-Digo fascinada.

-Lo sé, es mi lugar secreto y favorito-Dice Ian colocando una manta encima de la arena.- Ven siéntate.- Dijo el mientras se sentaba.

Me senté a su lado mirando el mar, las estrellas se veían maravillosas...

-¿Secreto? Jaja, dudo que sea secreto- Digo después de sentarme.

-Aunque no lo creas si es secreto, nunca había traído a nadie aquí. Es mi lugar Alesita, es solitario, pacífico y hermoso.- Dijo Ian mirando el paisaje.

-Quien lo diría alguien con tu hablando de esa forma.- Dije ironica.

-¿Alguien como yo? - Pregunta Ian con curiosidad.

-Si. Amargado, idiota, engreído y todo eso.- Dije rodando los ojos.

-Que sea hermoso no significa que no tenga sentimientos Alesita-Dijo Ian mirándome.

- Idiota- le digo dándole un pequeño empujón.

-¿Idiota yo? Me has herido- Dijo haciéndose el dolido.

-Oh si, discúlpeme señor Dios griego por darle en su hermoso ego-Dije con sarcasmo

- Te disculpo-Dice sintiéndose importante.

- Creído- Dije rodando los ojos.

-Creido no pequeña, hermoso yo soy hermoso.-Dijo giñandome el ojo.

Estuvimos otro rato conversando de cosas triviales, me comentó que solía venir para apartarse del mundo ya que casi nadie sabia de la existencia de esta playa. Mientras hablaba apesar de la oscuridad pode detallar bien su rostro y sus ojos que cada vez me intrigan más, se que algo ocultan en lo más profundo de ese verde azulado pero no hemos tenido ninguna conversación profunda pero me ha hecho reir demasiado y se esta portando muy amable...

-Ian- Lo llamó para que me mire

- ¿Alejandra?- Responde Ian.

-¿Porque me trajiste aquí? ¿ Porque estás siendo tan amable? ¿Cual es la razón?- Le pregunto al fin.

-Te lo debía pequeña, te traté muy mal el otro día y pues senti que estuvo mal nada de eso fue tu culpa. Lo admito soy un idiota y ni debí tratarte de esa forma y pues ya te lo dije, te traje aquí por que quise.- Dijo Ian en lo que parecía una disculpa.

-Bueno...- el silencio se apoderó del momento y no sabia que hacer para arreglarlo.

-Por cierto, gracias por defenderme de Troy- Dije apenada.

-No hay de que pequeña. Troy es un idiota y ni debió tratarte así.-Dijo Ian- Siempre que haga falta te defenderé pequeña, siempre...- Y Ian me abrazó, fue un abrazo muy tierno, se sentía cálido y tranquilo. Duramos unos minutos abrazados y no se porque, supongo que sentía bien y ninguno quería pararlo y no lo negaré se sintió bien abrazar a Ian.

-Bueno, es hora de llevarte a casa pequeña.-Dijo Ian termiando el abrazo y levantándose.

-¿Tan rápido? ¿Porque?- Pregunto un poco triste.

-Te hice una promesa antes de salir, y yo nunca rompo mis promesas.- Dijo Ian de pie frente a mi, yo le tomé la mano y dije algo que no se si me arrepentiré luego pero de verdad la estaba pasando bien.

-Por hoy, solo por hoy rompe tu promesa...


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