𝙰𝚝 𝚝𝚑𝚎 𝚜𝚘𝚞𝚗𝚍 𝚘𝚏 𝚝𝚑𝚎 𝚙𝚒𝚊𝚗𝚘

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El aire fresco chocaba contra su rostro cubierto de heridas produciendo un ardor hostigante, el clima de otoño le desagradaba sobre todo cuando debía salir y para colmo era domingo, para ser exactos lo que le fastidiaba de la situación era tener que levantarse temprano en domingo para ir a la iglesia. Su madre era una mujer de fe y devoción hacia dios y a su progenitora nunca se le negaba nada, sobre todo después de haber empezado un pleito con sus compañeros de clase. Nunca disfruto el concepto que le presentaba la religión, sentarse en bancas por horas y escuchar a un hombre hablar de los milagros de dios y a contante repetir de que quien no fuera igual a los ideales de dios merecía pasar el resto de la eternidad en un mar de fuego y sufrimiento

-¿Porqué debo venir?- Preguntó malhumorado el adolescente de apenas dieciséis años

-No te empieces a quejar ,no es como sí viniéramos todos los días- Le regaño de forma típica su padre, a unos metros adelante estaba su madre quien se había detenido en la entrada para saludar a un hombre que parecía ser amigo suyo, junto al hombre se encontraba un chico que parecía ser de su edad, pelirrojo y pálido. Las campanas gigantes en lo alto del edificio sonaron anunciando que la misa estaba a punto de empezar. El muchacho pelirrojo se adentro al edificio para cuando Frank y su padre alcanzaron a su madre en la entrada del lugar, la mujer les presentó a su amigo quien llevaba el nombre de Jack Murdock

Después de una pequeña charla entraron al edificio y Frank contemplo la gran construcción, casi todo de un color marrón, el piso de mármol color hueso, con varias bancas largas de madera brillante alineadas en dos filas casi cubriendo toda la extensión del suelo, justo al frente una especia escenario con justo hasta arriba la conocida estatua de Jesucristo en el fondo del lugar. Al estar allí te hacía sentir pequeño e insignificante, un lugar sin duda enorme su madre lo sacó de sus pensamientos diciéndole que se sentara que la misa estaba apuntó de empezar, se sentaron hasta el frente y alcanzo a ver un piano, encima de la tarima pegado a una de las paredes, siempre le gusto el piano, era muy flojo para aprender a tocarlo pero le gustaba la melodía que generaba cuando alguien experto se encargaba de tocarla, nuevamente salió de sus pensamientos cuando escuchó al padre hablar, ya veía su aburrimiento llegar en los próximos minutos

El hombre de toga hablaba y hablaba, no le importaba en lo más mínimo su discurso de porque Jesucristo convirtió el agua en vino pero porque alcoholismo era pecado inculcado por el diablo. En mas de una ocasión estuvo a punto de de dormirse, hacía un esfuerzo titánico para no hacerlo, en el último momento lo despertó el agua bendita que le fue lanzada, miro al chico de no más de 13 años que lo había rociado, esté le miró asustado y se apresuró a pasar a la fila siguiente. Volteó a ver a su madre quien le miró con molestia, esas miradas que te dicen "En la casa hablamos" entonces, fue cuando sintió inquietud pero de inmediato se le olvido cuando vió pasar al mismo chico que había visto en la entrada, llevaba unos lentes redondos rojos lo cual le extraño bastante, quien mierdas usa esos lentes en interiores. Llevaba ropas de la iglesia, debía ser un asistente igual que el otro chico

-Que tonto- Murmuró, habría dicho algo mas fuerte pero se encontraba a lado de su madre, nadie era tan imbécil para hacer eso

-De qué hablas?- Le susurró su madre

-Aquel de allá- Le señaló disimuladamente, cabe destacar que Frank solo podía verlo de los antebrazos hacia arriba, veía como movía un poco el brazo derecho pero se centró demasiado en los lentes como para fijarse en lo demás. La expresión de su madre lo juzgaba con ira

-Bueno solo digo que quién lleva esos lentes en interiores?- Se excusó, su madre rodó los ojos y negó con la cabeza suavemente, señaló disimuladamente al chico quien ya estaba subiendo las pequeñas escaleras de la tarima, Frank volteó su mirada al muchacho y apenas vió el bastón de madera que llevaba el joven se quiso matar

𝙵𝚛𝚊𝚝𝚝 𝙾𝚗𝚎-𝚜𝚑𝚘𝚝𝚜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora