Título: No quiero despedirme
Chibi estaba sentado en el borde de su cama recordando que ese día era el día cumplia un año más la muerte de su amiga de la infancia.
El había predicho la muerte de una joven selatrop por una enfermedad, queriendo que no muriera sin ningún amigo en su corta vida
Toco la puerta de la niña
-Adelante - dijo una voz de la niña
Chibi entró el la habitación, viendo una niña de cabello (t/c/p) y ojos (t/c/o) posados en el libro, que estaba en su regazo, leyendolo. Se quedo un poco embobado la menor era bastante bonita
-Me llamó Chibi es un placer - se presento el chico, al oír su nombre, la niña giro su cara sorprendida
-Me llamo (t/n) e-el placer es mío, co-conocer a nuestro joven gobernante - decia tartamudeando por la impresión, no todos los días encontrabas al tu rey en tu cuarto - ¿a que se debe este honor su magesta? - pregunto, Chibi hizo una sonrisa un poco forzada, era todavía un niño, pero al ser el rey no tenía mucho tiempo para jugar como los demás de su edad y de tener ese tiempo los niños no querían jugar con el por sentirse inferiores a él ya sea porque era el rey o por ser uno de los selatrop originales
-Oí que estabas enferma y quise venir para hacerte compañía. Estar solo enfermo es agobiente - le aclaro - también porque no quiero que mueras sola y sin amigos, no puedo, no quiero, que unos de mis súbditos tenga un destino tan triste, si no se puede curar de la enfermedad, entonces quiero darle un amigo para que no se vaya con solo recuerdos solitarios - pensó
-Vale, ya ve que estoy bien, puede marcharse, no quiero robar su valioso tiempo - decia apenada
-No me robas tiempo y eso fuera verdad entonces puedes robarme todo el tiempo que quieras - sonrio viendo a (t/n) bajando la cabeza en forma de derrota - ¿que leías? - pregunto al fijarse en el libro
-Un cuento de un niño de un mundo donde todos tenian poderes el era el único que no, después de un tiempo el niño se encuentra con su ídolo y le ayuda a tener poderes. Eso es todo lo que leí hasta ahora
-Ya veo - soltó una risa - es todo lo contrario de alguien como yo - al mirar la cara de (t/n) estrañada, suspiro - alguien que se lo dieron todo en bandeja de plata junto una larga lista de tareas y responsabilidades junto las espetatibas de todos - aclaro sonriendo con tristeza
-Si supongo, que si - tocó la megilla de Chibi para llamar su atención, que ya sea por la sorpresa o por la vergüenza estaba rojo - pero tienes suerte de que todos se preocupen por ti, gracias por venir a visitarme si me disculpas tengo que tomar la medicina, y cuando lo hago casi al instante me duermo
-Claro
Haci fueron los días, el la visitaba hablaban un poco y se hiba para dejarla descansar
-Chibi ¿tu crees que me recuperaré?
-No, no podrás recuperar - pensó - si ten fé
-Gracias, por ser mi amigo, de verdad disfrute de este tiempo juntos
-Lo dices como si fuera la última vez que nos vieramos - dijo preocupado
-Se que mis días están contados Chibi, tu lo sabías desde el principio ¿cierto? Por eso es que vienes, eres un buen rey no queriendo que ninguno súbdito muera solo. Por eso gracias
-Y-yo no quiero despedirme, no ahora, no cuando eres mi primera amiga - negó - no cuando eres la persona más importante para mí - pensó
-Chibi... Yo tampoco, pero es mejor pensar de qué algún día en algún momento nos encontraremos de nuevo
-No quiero olvidar - pensó, el cuando muera y vuelva no la recordaria por tanto la promesa quedaría en el olvido y en el caso de que sucediera no lo sabría - si tu lo dices
-Por su puesto
-(t/n) me gustas - no pudo responder por haber sido sellados sus labios con los de Chibi - no quiero dejarte, estaré contigo hasta que el momento llegue y es una orden de tu rey - la menor bajo la cabeza en forma de derrota
Hasi Chibi se quedó hasta la hora llegó. Muriendo su única mejor amiga y primer amor, por no decir el único. Le preparo un entierro, su hermano dragon, grougaloragran, estuvo con el en todo momento, sabiendo de que lo que era para el su amiga
Cuanto había pasado desde ese día, no quería recordar, como todos los años ya había puesto una flor en la tumba de (t/n) y ahora tocaba auto envenerarse recordando todo lo vivido con ella, de alguna forma se sentía feliz de que su muerte estuviera también próxima para hasi no recuerdar esos momentos, pero al mismo tiempo no quería que estuviera tan próximo no quería olvidar su promesa de que algún día se volverían a ver
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Un pequeño Chibi, sujeto de la mano de Yugo, para que no se fuera, que hablaba con el Adamai, que hace un tiempo que volvió, miraba una chica de cabellos (t/c/p) y ojos (t/c/o), posados en el libro que leía, ignorando a sus amigos, que como siempre hacian el yopuka, apesar de que en el grupo solo había una yopuka, pero de alguna forma el verla se le hacía familiar
-¿Que pasa Chibi? - pregunto Yugo al ver a su hermanito mirando un punto determinado
-No se - hizo una pausa - pero algo se siente triste y nostalgico
-¿Esa es la chica que te ayudo cuando no estabamos? - asintió con la cabeza el pequeño - ¿quieres saludarla? - negó con la cabeza, de alguna forma sentía que todavía no era el momento
Nunca quise decir adiós y ahora puedo decir hola de nuevo, solo debo esperar el momento