La alarma sonó, me levanté de la cama y me dirigí a preparar la mochila y la ropa. con la ropa en la mano, me metí en el baño y me di una ducha de agua fría para despertar del todo, me vestí, cogí la mochila y antes de salir por la puerta sigilosamente dejé una nota por si se despertaba alguien en la que decía:
<<me he ido a caminar para despejar la mente>>
Lo que ponía en aquel trozo de papel no era del todo mentira, estaba caminando, pero lo de despejar la mente, no creo que lo hiciera. Las dudas me volvieron a la cabeza; ¿qué sucederá al llegar?, ¿y si no debo ir?, ¿ y si es una trampa?, ¿y si...?
Estuve todo el camino imaginándome que iba a suceder. Llegué a las 6:01, un minuto tarde, pero solo es un minuto ¿no?, sin más espera me dirigí a la parte trasera y cuando llegué no había nadie, solo otra nota más:
<<tu oportunidad perdiste, ahora empieza el juego>>
Yo no sabía qué pensar, podía ser un broma, o ¿me estaban amenazando de verdad?
De todas formas, yo, metí la nota en la mochila junto a la otra y me fui a desayunar a casa de Mara, mi mejor amiga. Llegué a su casa a las siete, las siete en punto, como tenía que haber hecho antes; obviamente no fui directa a casa de Mara, ya que ella vive al lado del instituto. En ese rato que tuve libre, estuve estudiando en un banco en el parque.
A las siete como ya he dicho antes fui a casa de Mara, su madre me abrió la puerta y me dijo -Buenos días, pasa. Yo le sonreí y estuvimos hablando hasta que María terminó de prepararse, que es entonces cuando fuimos a la cocina a desayunar. Su madre había preparado gofres y un vaso de leche a cada una.
Empezamos a comer y Mara me preguntó; -¿qué tal llevas el examen? -Bien. Le respondí, aunque la verdad solo había podido estudiar hasta minutos antes, ya que ayer con la innovación del caso de las notas no podía pensar en otra cosa.
Terminamos de desayunar, y nos pusimos a ver la tele, después a las ocho y cuarto salimos de casa para ir al instituto. A primera hora el profesor nos empezó a contar las historias de Sherlock Holmes, en ese mismo instante decidí que quien fuera el autor o autora de las notas no se iba a apoderar de mi mente.
En el descanso, fui al recreo, como siempre, pero no lo veía como habitualmente lo solía ver. Estaba fijándome en todo, por que debía empezar esta investigación desde cero, ya que no tenía ninguna prueba aparte de las notas. El recreo se acabó y no encontré nada, entonces me fui a mi clase, ya que tenía examen.
El examen fue tipo test, por eso al final de la clase ya los tenía corregidos, nos los entregó a todos excepto a dos personas, esos dos no tenían nombre, y el profesor dijo, - estos dos exámenes no tienen nombre, pero como ya os conozco a vosotros y a vuestras letras se de quienes son, pero lamentablemente tenéis un cero.
<<Por vuestras letras>> ¡Ya podía empezar la investigación!
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remitente
Mystery / Thriller¿Quién se esconde tras las notas?, eso es lo que nos narra la protagonista en esta breve historia.