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El canto de los pájaros y el sol asomándose le arrebató de su sueño, obligandole a abrir los ojos.
Ese mismo dia, el mayor de los niños Zeppeli volvia a clases luego de las vacaciones, en una escuela acaudalada en Genova.
El era el único de sus hermanos que asistia a la escuela secundaria, por edad, asique su padre se permitio enviarle a la mejor.

Caesar siempre habia sido un alumno destacado y con muchos amigos, bueno en deportes y muy competitivo, deseando ser el mejor a toda costa, para demostrarle a su padre que el esfuerzo que el hacia para que el pueda estudiar alli no era en vano.

Sin embargo, el no será el unico protagonista de esta historia, temporalmente nos desviamos de Caesar y vamos a observar a otro niño.

Un niño de 11 años, alto para su edad, de cabello marron, tez algo bronceada y cabello castaño.
Llegaba de Gran Bretaña junto a sus abuelos y su madre, un niño rico que iba a pasar unos años en Italia por algunos lios de los que no querian hablarle, sin embargo el lo tomo bien... las primeras horas.

-¡Mamá! ¿¡Que clase de idioma tonto hablan en este lugar!?

Elizabeth solo reia y callaba a su hijo cuando se encontraban en publico, las clases particulares de italiano no iban a funcionar si Joseph nisiquiera se esforzaba por aprender.

No era un niño que se esfuerce, todo lo que tenga que ver con trabajo duro le hacia cansarse con solo escucharlo, este era un problema grave y recurrente entre el hogar Joestar, pero le dejaban ser, por que solo era un niño.

El primer dia de escuela comenzó, siendo confirmado por la campana que sonaba anunciando que cada niño debia dirigirse a su aula.
Caesar entró y saludo a sus antiguos compañeros, metiendose a el salón establecido para su curso.

Joseph solo entró a un aula aleatoria y se sento a el fondo de todo, al lado de un chico rubio que no paraba de hablar y unos estupidos niños y niñas aduladores a su alrededor le escuchaban con mucha atención.
Y Joseph apenas entendia lo que decian.

La profesora entro, los niños se sentaron y el silencio reino en el lugar.
Uno a uno nombraban apellidos en la lista, y el ultimo, era el niño de raras marcas en las mejillas, el perrero para Joseph, quién ni bien vio a este chico, comenzó a odiarlo.

-¿Zeppeli?

-Presente.

"Zeppeli? Que apellido más estupido."
Joseph se aguantó una carcajada, sin despegar su vista de Caesar.

Esto obviamente no escapó de la atención de el otro niño, quién le dirigió una mirada despreciativa.

-¿Puedo saber qué te da risa?

-Tú.

Una mueca de indignación se hizo presente en su rostro, a la vez que Joseph fruncia el ceño sin dejar de sonreir.

-¿Hay algún problema? Estoy seguro de que podemos arreglarlo.

"Por alguna razón", Joseph siempre se metia en pleitos con cualquiera que no se vea amigable, normalmente ganaba por esa cosa rara que su abuela le prohibio usar.

-Pensi che perderò il mio tempo contro qualcuno come te?

Joseph se quedo en silencio un rato, los demás niños comenzaron a reir, el creia haber entendido, pero tenia sus dudas.

-¿Podrias repetir eso? ¿Un poco más lento? ¿En un idioma que yo entienda? Por que dependiendo de lo que hayas dicho, podria patearte el trasero.

En ese instante, Caesar se levanto y tomo a Caesar por el cuello de su camisa, los demás gritaban al unisono "Caesar" una y otra vez, pero antes de que algo pueda pasar, entró la profesora que anteriormente habia constado la precencia de los alumnos.

-Joestar, este no es su aul...

Todos se quedaron quietos, Caesar comenzó a sudar y Joseph estaba con todas las ganas de meterle un golpe ahi mismo.

Pero antes de que siquiera pueda mover un musculo, sacaron a ambos y los metieron a la oficina de la directora, donde además de regañar a Joseph por meterse a un aula que no era la suya, mandaron a detención a ambos.

Cuando llegaron a el aula, descubrieron que solo eran ellos dos, y un maestro que al parecer era quién iba a señalarles que hicieron mal, darle una charla sobre eso, y más cosas inútiles, ya que ambos (O por lo menos Caesar) entendia completamente que hizo mal.

Se sentaron y escucharon una larga y absurda charla de por qué la violencia es mala, y las consecuencias que tenian.
Al final, les pusieron un documental sobre la violencia escolar que ni al caso, y el profesor salió.

Hubo silencio, nadie decia nada, hasta que uno comenzó a reirse a carcajadas, y esta vez no fue Joseph.

-¿En serio te confundiste de aula?

Ahora los dos estaban riendose, Joseph más escandalosamente.

-No sabia que no era mi aula, aún no se donde es mi aula. Ahg, y ahora llegaré a casa con una nota, mi abuela va a asesinarme.

Los dos se quedaron en silencio, moviendo sus pies mientras el documental seguia.

-Me llamo Caesar.

Dijo finalmente, extendiendole la mano.
El saludo fue respondido por el choque de Joseph, quién ahora se acomodaba más en la silla.

-Yo soy Joseph, pero puedes decirme JoJo.

Continuaron hablando de temas aleatorios, y de poco comenzaron a llevarse... mejor que al inicio.

Cuando salieron de la escuela, Caesar acompañó a Joseph a su casa, y de alli quedaron en encontrarse otro dia a pasear por el parque.

Aquella noche, Caesar se acostó sintiendose feliz de haber hecho un nuevo amigo, uno que le caia mucho mejor que los que ya tenia.
Ignorando que, en otra habitación de su casa, su padre guardaba sus objetos personales en un bolso, preparandose para irse al dia siguiente, y ya no regresar.

Luego de una rato, finalmente se durmió, ignorando el destino que le tocaria, en tan solo unas horas.

You Only Live OnceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora