¿Qué tan intenso puede sentirse el odio? ¿Habrá alguna manera de sanar las heridas que no se ven a plena vista? ¿Qué tan roto puede estar un corazón? ¿Es la tristeza un sentimiento válido para esta situación? Mi cabeza estaba inundada de preguntas completamente estúpidas, era un vampiro recién nacido y todos mis sentidos estaban agobiándome.
En un humano, la tristeza es algo muy relativo. Aún así, por mas rotos y devastados que estén tienen una chispa de vida que los ilumina, la frase "lo último que se pierde es la esperanza" es muy cierta. Esa ultima gota es suficiente para que superen sus malos momentos y contemplen su final feliz. Bien por ellos.
En nosotros, los inmortales, la tristeza es consumidora. Se intensifica y te arrastra a los rincones más oscuros de tu mente, y si no los hay los crea. La inmortalidad siempre viene con un precio, el dolor de ver como tu entorno se derrumba, tus seres queridos fallecen y el mundo se deteriora. El vampirismo parece una idea seductora, te lo pintan como algo esotérico e increíblemente romántico. Culpo por completo a los autores barrocos por romantizar el vampirismo en la literatura universal.
Habían pasado exactamente 20 horas desde la masacre, en ese tiempo lloré desconsoladamente y grite con todas la potencia que mis pulmones permitieron hasta que quede desplomada en el piso junto a la pila de cadáveres. Cada vez que miraba sus rostros me moría por dentro, el dolor no cesaba. Al pasar las horas podía sentir como un el dolor quedaba congelado, aferrado a mi corazón. Así entendí que nunca se iría
En cuanto el sol se ocultó, mi mente ideo un riguroso plan que debía seguir al pie de la letra , empaque en uno de los camiones blindados bolsos con ropa, dinero y algo de sangre, bañé la mansión en gasolina, comenzando desde la pila de cadáveres hasta la terraza. Encendí un fósforo y lo deje caer a mis pies donde el camino de combustible se encendió automáticamente y envolvió mi antiguo hogar completamente en llamas. Decidida a irme sin mirar atrás, subí a Kathy al auto y me conduje por las calles de la ciudad sin rumbo.
Hice un par de paradas para que Kathy descansara, se alimentara, tomara agua,etc...
Amelia me había hablado de un bunker subterráneo en Alaska, era un refugio de emergencia que siempre estaba equipado para cualquier eventualidad que pudiera surgir. Las circunstancias del momento ameritaban una estadía en ese lugar. Y así sería.
Horas eternas de viaje hacia mi próximo hogar, comenzar de nuevo parecía algo imposible. Sin Tyler, ni Florence estaba completamente perdida. Me sentía desorientada
ESTÁS LEYENDO
Memorias de mi eternidad II : Venganza
Science FictionDicen que la venganza es un plato que se sirve frío, veremos que tan frío hay que ser.