_Capítulo 1_

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°Narrador omnisciente°

En las oscuras calles de San José, caminada un chico de cabellos rojizos, piel pálida y ojos violetas.
Llevaba un abrigo que le cubría de la lluvia, mientras en sus oídos sonada a todo volumen una canción.

Paro su andar para mirar a ambos lados de la calle, retomando su rumbo al cerciorarse que nada pasara y así poder seguir adelante, entro a una pequeña tienda y de allí salió con una caja de cigarrillos y un mechero, le agradeció a la que lo atendió y luego se retiró. Encendió un cigarro y continuo su camino, tarareando levemente la canción que salia de sus audífonos.

Odiaba fumar, pero lo hacía para distraerse de sus problemas. Miraba con gran tristeza a las personas que se encontraban tiradas en las calles, pero sabía que por mas que lo intentara no podía hacer nada por ellos.

Decidió regresar a su hogar, de todos modos ya era medía noche y no quería preocupar a sus hijos, los cuales podía apostar que estarían haciendo un desmadre en la ausencia del mayor. Con tranquilidad tomo un bus para llegar mas rápido a casa y para no mojarse también, la lluvia era intensa y no permitía caminar muy bien, en el transcurso del viaje miraba por la ventana y meditaba acerca de todo lo que pasaba en su país, las protestas, los robos e incendios, asesinato y demás.

» Ya en casa del Tricolor «

El ambiente era calido y calmado, un tranquilo silencio reinaba en el lugar, cada provincia descansaba en sus habitaciones después de la gran regañada que su padre les dio. El mencionado se encontraba limpiando el desastre que sus pequeños crearon, con paciencia y dedicación limpiaba y recogía todo, colocandolo en su lugar

CR: Por lo menos no encontraron las pinturas...

- dijo el tico exhausto, terminado ya con sus labores de padre. Parecía como si el huracán otto hubiera pasado nuevamente, pero esta vez por su hogar -

Puntarenas: papá?

-dijo el menor apareciendo de repente, asustado a su padre -

CR: ¡¡O por dios Puntarenas!!

- dijo tras un leve brinco el mayor, viendo al contrario ya un poco mas calmado -

- ¿Que pasa mi niño?

- dice con cariño acercándose al menor y acariciando su cabello -

Puntarenas: ¿porque sigues aquí? Ya son las dos de la madrugada sabes

- dijo en un tono de regaño el puntarenence -

CR: pues digo lo mismo enano ¿No deberías estar dormido como tus hermanos?

- arquea levemente una ceja viéndolo interrogante -

Puntarenas: no tengo sueño

- dijo sin mas el pequeño, logrando sacar una leve sonrisa por parte de su padre -

CR: bueno . . . Pero yo si, asi que ve para tu cama y acuestate, en un minutico voy

- dice con tranquilidad a Puntarenas el cual va a su cuarto - . . .

» Minutos después «

El costarricense caminaba hacía el cuarto de su hijo Puntarenas, entro y encontró al mencionado profundamente dormir. Sonrío ante tal ternura, con cuidado se acercó y planto un tierno beso en la frente del menor, arropandolo y retirándose por fin a sus aposentos.

°Narra Costa Rica°

Ya en mi cuarto por fin, di un suspiro de cansancio, me dolía la cabeza y la espalda así que solo agarré una pijama y me metí al baño. Sentía con gusto el agua caer por mi cuerpo, odiaba tomar una apariencia humana pero era necesario para no llamar la atención, por eso no me gustaba salir aunque si me encanta caminar, es mi forma favorita de relajarme.

Ya terminado de bañarme me coloque mi pijama y me acosté en mi cama, era muy cómoda y eso me gustaba, suspire viendo al techo pensando que mañana iba a ser la reunión de la ONU, no tenía ganas pero teníamos que ir mis hermanos y yo, cerré los ojos y espere a que fuera de día.

Bajo La LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora