Capitulo 4.

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— Por fin, sábado, ya esperaba este día.

— ¿enserio? ¿Por que? — Lo voltio a ver, mientras se detenía en lo que hacia.

— porque saldré contigo — sonrió grandemente.

— a-azz por favor no digas eso — aparta su mirada sonrojado, volviendo a hacer lo que hace unos momentos dejo.

— entendido... Por cierto ¿que haces? — Se acerco por la espalda, tratando de ver lo que hacia.

— Lo siento pero no puedes ver — no lo dejo ver.

— acaso... ¡¿Es una sorpresa?! — dijo emocionado, tanto, que hasta parecía que le habían salido brillos por los ojos.

— sí pero la verdad no es para ti.

— ¿he?....  Que mal, yo quería un regalo tuyo — dijo dramáticamente mientras se dejaba caer sobre el sofá.

— muy pronto... — susurro, esperando que no lo escuchara — creo que ya es hora ¿nos vamos?

— sí.

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El camino a la playa fue divertido, entre risas y pláticas llegaron al lugar.

Claro, una que otra persona si se le quedo mirando de manera rara a Iruma, pues no era muy común que un adolescente hablará solo en la calle.

Pero ni a Iruma o a Asmodeus les importo, al contrario, les parecía gracioso.

— parece que llegamos... — El lugar era hermoso, Iruma al instante quedo atrapado ante la belleza del mar.

— sí, bien pues parece que llegó el momento.

— ¿momento?

— sí, creo que seria muy raro ver a un adolescente solo en la playa.

— en verdad... Sí es algo com-

— solo lo decía como una introducción y una excusa por lo que estas apunto de ver.

— ¿he?

Asmodeus chasquea sus dedos, al hacerlo una bomba de humo lo rodea.

— ¿a-zz? — El humo lo hace toser — ¿todo bien? — abre sus ojos poco a poco, quedando impresionado con lo que ve.

— ¿Que te parece Iruma?

El mismo demonio.

Solo que ahora no tenia sus alas y cuernos.

— ¿eres... Eres un humano?

— ¡sí! ¿No te impresiona?

— claro... Me impresiona mucho Azz — sonríe, al parecer ya no tendrá que verse como una persona que siempre se la pasa sola.

— vamos Iruma, quiero ver lo que pasa hoy en la playa — lo toma de la mano y lo jala, para que juntos empiecen a caminar.

Asmodeus parecía un niño, pues la impresión que mostró al ver la playa, fue la de un niño al verla por primera vez.

Para Iruma ver a Azz de ese modo no le parecía algo infantil o algo bobo, mas bien le parecía algo tierno de ver.

— ¿así habrá sido mi expresión?...

Crueles y tristes momentos venían a su pequeña mente, queriendo abarcar ese dulce momento que tenia con aquel demonio.

La playa, lugar conocido y visitado por muchos, lugar donde muchos vienen a pasar momentos felices y memorables que jamas olvidaran.

Para Iruma ese lugar era todo lo contrario.

Imaginar a aquellas manos, aquellas cicatrices y aquel...

— Iruma — la voz de Azz, lo hace salir de sus pensamientos — ¿estas bien? — esos ojos que antes mostraban brillo, ahora lo miraban fijamente mostrando preocupación.

— Claro Azz ¿por que no lo estaría? — sonríe dulcemente, no quería que se preocupara, después de todo el lo había traído para que despejara su mente — vamos a divertirnos.

Iruma empezó a caminar hasta la playa.

Ante Asmodeus, cada paso que daba Iruma, lo sentía pesado y lleno de cargas.

— ¿Que tanto traes? — mira directamente hacia el cielo — ¿sera por esto que hay tanta pelea?....

La lucha esta, no hay marcha atrás, el tiempo es corto y el objetivo uno.

¿cuando sera el momento?

Nadie lo sabe, solo se tiene en claro que Iruma es el objetivo y el cielo junto con el infierno son los enemigos..

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Wey!!!!
(No busco ofender a nadie, solo lo digo como expresión ;v)

Me encanto el capítulo (•///•)

No se por que, pero me gusto :3

Se que siempre pregunto pero...

¿Les gusto?

La verdad me importa mucho su opinión UwU

Bueno, y sin mas que decir ¡nos vemos!

Cazador de amor. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora