Algo más

Hola a todos los que han llegado a "Algo más"... espero que esta historia sea de su agrado..
Se tenía que decir, y se dijo, a leer...

Algo más
Por: Adriana Jongcheveevat

Disfrutaba y gozaba de las innumerables y apasionadas caricias que aquellas grandes y poderosas manos repartían por todo su cuerpo. No había parte de su anatomía que no hubiese sido explorada con habilidad y soltura por los delgados, elegantes y finos dedos de su amante produciendo en él una marea de sensaciones placenteras que jamás había experimentado. Antes de él, era virgen, sin embargo su cuerpo ya había sido acariciado en el pasado por otras manos, no obstante, nunca había permitido que sus parejas llegaran al final del acto sexual pues no se sentía preparado, en aquellas ocasiones no había pasado de caricias subidas de tono que terminaron en el instante en el que él mismo sabía que no podía llegar a algo más, pero ahora, con ese magnífico sujeto tocando con experiencia y maestría todo su cuerpo podía decir que nada se comparaba con esa exquisita experiencia que estaba viviendo. Quizás estaba mal que hiciera comparaciones con su experiencia previa en el pasado, pero debía admitir que haberle entregado su virginidad a él semanas antes, había sido la mejor decisión que había tomado en su vida. Él era el primer hombre al que se entregaba por completo como siempre lo había deseado pues era del chico del que llevaba años, perdidamente enamorado.

Con un ágil movimiento, el chico que lo penetraba con pasión mientras mordía sus pezones lo hizo girar para quedar en posición de cuatro sobre la desordenada cama. Había descubierto que aquella provocativa posición era de sus favoritas, pues permitía que el viril miembro endurecido de su amante llegará hasta lo más profundo de su entrada rozando con exquisitez ese sensible punto con el cual fácilmente podía perder la cordura entregándose por completo al placer que le provocaba someterse a ese hombre.

De una embestida aquel miembro entró nuevamente en él siendo el causante de que su boca emitiera unos agradables y excitantes sonidos que solo daban pie a que las estocadas aumentaran en velocidad y fuerza. La boca ajena se adueñó de su cuello y de sus hombros dejando en ellos pequeñas y estimulantes mordidas, los dientes sobre su piel acanelada lo hacían estremecerse y gemir con arrebato.

- Sasuke... - susurró un chico rubio de ojos azules - Sasuke... -

- ¿Te gusta, cariño? - preguntó un chico de cabello negro y ojos del mismo color mientras metía y sacaba su virilidad de una apretada entrada.

- Si, Sasuke... me encanta... -

- Eres tan estrecho... - comentó - me lo aprietas tan deliciosamente -

Sasuke aguantaba el mayor tiempo posible embistiendo a su rubio amante, le encantaba entrar y salir de aquel canal pues oprimía su hombría a tal punto de sentir espasmos que si no los contralaba podía correrse rápidamente, no obstante él quería disfrutar durante un buen rato del caliente cuerpo que tenía debajo de él vibrando con cada embestida. Le fascinaba ser el causante de los diferentes gestos, expresiones y gemidos por parte de su amante que le indicaban que aquel chico también estaba disfrutando ese encuentro.

Con maestría tomó el glande del rubio entre su mano derecha y empezó a masturbarlo siguiendo el ritmo de sus embestidas. Sabía que su propio clímax también se acercaba y, cómo no era la primera vez que sus cuerpos se fundían en uno solo, había descubierto una paradisiaca forma de hacer que ambos se vinieran al mismo tiempo, era una conexión tan extraordinaria y fascinante que hacía explotar su esencia con tal fuerza y poder que quedaban completamente fatigados pero sumisamente complacidos.

- Sasuke... Sasuke... - pronunciaba con pasión aquel nombre que tanto le gustaba.

- Naruto... yo también... -