Auction |Zayn Malik| TERMINADA.

III

-Zayn...- Musité mirando a la bonita alfombra que recubría la mayor parte del salón.

-¿Qué?- Preguntó, pero como siempre preguntó molesto.

-¿Por qué me compraste?

-¿Qué?- Preguntó de nuevo. Estaba tan aburrido de mí que ya ni me escuchaba.

-¿Que por qué me compraste a mí y no a otra chica?

-Te compré porque....

-¿Porque....?- Dije intentado que siguiera la frase. Pero en ese momento su móvil sonó.

-Tengo que cogerlo.- Dijo. Aunque no sonó como una disculpa de que tuviese que cogerlo y luego hablaríamos, sonó más como si se lo dijese para él mismo. Como si se estuviese autoconvenciendo de que esa llamada era para él. Salió de la habitación y de nuevo me quedé sola. Pero lo peor era que me iba a decir el por qué me había comprado y ahora, tal vez, no lo sabría nunca. 

-¿Qué haces aquí, cielo?- Preguntó una voz que ya había escuchado antes y había sonado como el cantar de los ángeles.- ¿Dónde está Zayn?

-Ha tenido que coger el teléfono.- Le contesté a la madre de Zayn. Ella respondió con un encogimiento de hombros y se sentó donde minutos antes había estado su hijo.

-Zayn es un buen chico.- Pronunció la mujer al igual que Zayn, autoconvenciéndose.

-Pues lo será con la demás gente, conmigo no es así.- No quería decirlo, pero la mujer me caía bien y daba la impresión de que podía confiar en ella. Quería sincerarme y nadie mejor que con su madre.

-Oh cariño, eso será porque todavía no lo has conocido del todo. Zayn al principio con la gente que no conoce suele ser muy misterioso, muy distante. Pero luego es un ángel caído del cielo.

-Sí...ya.- Ironicé lo bastante bajo para que nadie me escuchase.

-¿Qué dijiste, cielo?

-Oh nada, solo que...ojalá yo pueda ver su faceta de ángel.- Dije encogiéndome de hombros. La mujer sonrió. Que por cierto, era una de las sonirsas más bonitas que había visto jamás.

-Tú espera, dale tiempo y pronto se te abrirá como un libro.

-Eso espero.- Dije no muy convencida. Era difícil que Zayn se hiciese mi amigo. Nunca nos hemos llevado bien, siempre han habido rayos y truenos entre nosotros. Siempre ha habido odio entre nosotros como para que ahora por estar con él unos meses cambie totalmente a ser un amor de persona. No, simplemente no podía creerlo, y menos viniendo de una persona como él.

-Ya estoy de nuevo aquí.- Dijo Zayn asomándose por la puerta y haciendo que nuestras miradas se posaran en él. Primero me miró a mi, cómo no, con desprecio. Luego pasó a ver a su madre y fue como un cambio radical. Sonrió. Sonrió como nunca había visto. Pero claro, era su madre ¿quién no quiere a su madre? Era normal que la mirara de aquella manera.

-Pues bueno, yo me voy.- Dijo su madre levantándose del sillón.- Otro día hablamos ¿sí, cielo?- Preguntó la mujer.

-Oh...yo...eh...- Balbuceé.

-Si es que es un amor de chica.- Dijo la mujer.- He de decir que me gustas.- Comentó con una sonrisa.- Ya hablamos.- Y salió por la puerta.

-Vaya, vaya, vaya, con que te has ligado a mi madre.- Dijo con tono burlón el chico de cabellos azabaches.

-No me he ligado a nadie. Solamente hemos hablado.

-¿De qué?

-¿Cuándo me vas a mostrar tu faceta de ángel caído del cielo?- Pregunté riéndome de él.