Me gusta verte enojado.
Enojado por todo.
Me agrada verte dormir,
con tu mano entre mis piernas.
Me encanta que cuidas tu figura,
aunque los kilos vayan y vengan.
Me divierte ver cómo bailas,
moviéndote libre, con tus medias.
Me intrigan tus historias,
aunque no termino de entenderlas.
Me alegra cumplir tus caprichos,
¡vaya que estás consentido!
Me vuelven loca tus roces,
sobre todo tu neurosis.
Me fascinan tus dientes chuecos,
tus canas y todos tus huesos.
Me llenas de pasión las venas,
de canela la entrepierna.
Me haces tuya con una sonrisa,
hace años que no voy a misa.
Me recitas a la luz de la luna,
juegas con el parabrisas.
Me presumes como novia,
y no llevamos ni una muda.
Me duermo en tu regazo,
vamos otra vez al cuarto...
Me arropas si tengo frío,
te destapo, juego contigo.
Me acaricias con afecto,
me miras cuando no observo.
Me dices un te amo espontáneo,
¿crees que no te he escuchado?
