— Don de la Suerte —
El trabajo de héroe es agotador, demasiado. Entre mantener a todos vivos, derrotar al villano y ellos mismos mantenerse con el mínimo de daños, se iba toda su energía. Sin contar los daños en los lugares de la batalla.
Qué agradable era tener que luchar en un edificio que ya iba a ser derrumbado. Esquivando las cuchillas con facilidad, ninguna llegaba a rozarle, podía ganarle con unos golpes más.
Con los tentáculos logró dejarlo lo suficientemente lejos para que Suneater pueda esquivar los escombros que caían con el movimiento de la batalla, había evacuado a las pocas personas que quedaban en el edificio, solo le quedaba capturarlo y su labor terminaba.
Pero el sujeto no colaboraba.
Con paso cuidadoso, se acercó, por primera vez agradecía que sus pies sean tan pequeños y le permitan dar saltos en los pequeños trozos del techo. Con agilidad había llegado lo suficientemente cerca para volver a sacar los tentáculos de sus dedos.
Mientras que el otro a penas se levantaba de los golpes con anterioridad, por lo menos, a penas sentía el brazo derecho y el resto estaba por desplomarse como el edificio. A pesar de su don en colocar filo a su piel, no logró hacer algún corte en el héroe y con cada pasar del tiempo, su ira aumentaba al ser vencido por un niño.
¿Su crimen?
Robo a un banco, sus compañeros ya estaban detenidos en la acera y solo quedaba él. Debería aceptar que no tenía oportunidad de ganar y rendirse.
Encima se metía al tercer piso de un edificio a punto de derrumbarse.
Tamaki iba a lanzar su último ataque cuando unas estrellas junto con un brillo dorado desfiló sobre su cabeza para su nerviosismo, se colocó alerta y saltó a otro lado. Aquellas estrellas con brillos rodearon al ladrón para introducirse en su cuerpo, el hombre notablemente asustado palpó su cuerpo con el miedo de que sea algo letal.
Del asombro no notó cuando el suelo tambaleó, no resistiría ni un momento todo ese peso junto por lo cual cayó aquel ladrón con un solo trozo de escombro del techo. Llegando al segundo piso, el impacto lo había dejado inconsciente.
—Que poca suerte tuvo, ¿eh?
Suneater dirigió su mirada a la persona que había hablado, una voz femenina al ser tan chillona, hasta cierto punto le recordó a Hadou y por un momento temió que sea alguien como ella.
Cabellos rojos y cortos. El traje de héroe entero color verde con símbolos de hoja de trébol, en la cadera llevaba un cinturón con herraduras, una especie de equipación como la suya, y botas de taco oscuras. Sin contar sus muñequeras y los guantes enormes que debían ser por su don.
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Suerte de pervertido [ MiriTama ]
FanfictionUna heroína le practicará una broma a Tamaki al emplear su don de suerte. ¿Podrá él aguantar tener esa clase de suerte las 24 horas? Está es una oportunidad que puede que Suneater aprovecharía para que su novio deje de respetarlo tanto. [ Advertenci...