Una realidad bizarra

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Caminábamos hacia baño y sentía un presentimiento malo dentro de mi, no le di importancia y seguí, cuando llegue le di mi bolso a Dylan y entre algo apresurada, hice mis necesidades y salí cuando estaba lavando me las manos maldecís el haber dejado mi bolso fuera, ahí tenía mi maquillaje y era claro que ocupaba una retocada, estaba a punto de salir cuando oí un gemido, ya que soy muy mala no pude evitar jugarle una broma al que sea que estuviera ahí, haci que busque en una de las esquinas un balde de agua sucia y me encamine de puntillas hacia el sanitario que estaba al lado de donde estaba ellos, me subí al inodoro y le deje caer todo el agua encima tape mi boca para no estallar en risas, los gritos no tardaron en aparecer y la chica empezó a maldecir, esa voz se hizo muy conocida y sentí como mi corazón se acelero, era la voz de Vero, pero con quien iba a estar si Dylan están afuera esperándome, así que abrí la puerta de un golpe sin pensarlo, me quede sin aire y las lágrimas empezaba a nublar mi vista, ahí estaba Max completamente desnudo con Vero los dos se sobresaltaron cuando me vieron, esto no podía ser verdad, él y mi mejor amiga no esto era una pesadilla,

-Ustedes son son unos malditos traidores les grite y salí corriendo sin darles tiempo de responder, sólo quería desaparecer-choqué contra Dylan que me esperaba fuera.

-que te pasa Eli, estás bien?-pregunto Dylan un poco asustado al verme llorar

-Esos dos son unos traidores- respondí con la voz entrecortada, mientras señalaba la puerta.

-A cuales dos te refieres, quienes esta ahí Eli? - me pregunto con un tono de voz fuerte, pude notar que estaba molesto al verme llorar

Antes de que pudiera responder salieron Max y vero del baño, ambos estaban llorando y sobresaltados.

- Pero que demonios pasa aquí- dijo Dylan dirigiéndose a los traidores, su tono de voz estaba más fuerte que antes

-Nosotros ..... - no le di tiempo a Max de responder cuando le di una bofetada

-Vete al infierno Maximiliano y llévate a esta zorra de Verónica- le respondí, tenía que ocultar mi dolor, el no me podía ver de esa manera.

-Eli de verdad...-No pudo responder ya que Dylan le metió un golpe en la nariz lo sujete y lo saque de ahí

-Llévame lejos de aquí, sácame de este lugar le rogué a Dylan, el lo único que hizo fue abrazarle y llevarme al estacionamiento, nos subimos en mi moto y el manejo hasta el lago, ahí me recosté en sus piernas mientras lloraba, hasta quedarme sin lágrimas

-Ya es tarde, deberíamos de irnos -me dijo Dylan acariciando mi mejilla

levanté y me apoye en su brazo caminando de vuelta a ala moto.Pase dejando a Dilan a su casa y me marche a la mía, cuando llegue mis padres estaban en la cocina

- Eli, cielo puedes venir un momento- me llamo mi padre

-Camine hasta la cocina y abrí la puerta, yo no hice nada lo juro- grite mientras levantaba la manos como sí me fueran a arrestar

-Nada de eso cariño, ven siéntate aquí - me dijo mi madre mientras señalaba la silla que estaba al frente de ellos- te paso algo Eli - me dijo mi madre asustada

No nada mama sólo que estoy cansada- mentí lo último que quería era recordar ese momento y que mi padre fuera a matar a Max, aunque pensándolo mejor no estaría nada mal que mi padre le diera su merecidos.

-Cariño tenemos algo que decirte siéntate- hablo mi padre, el era alto, ojos claros y un cuerpo que intimidaría hasta la muerte, odiaba no tener sus ojos saqué los ojos de mi madre oscuros, pero el cabello de mi madre era rojizo, ella era una mujer muy bella.

- paso algo malo- pregunte extrañada mientras me sentaba al frente de ellos

-No nada malo mi amor- dijo mi padre

-Ya dejen se de rodeos y al grano- dije mientras ponía mis codos en mis rodilla y sujetaba mi barbilla

-Cariño.... Como decirlo, mi vida nos vamos a mudar a otra ciudad a California-soltaron mis padres al mismo tiempo

- Me paralice, a pesar de todo no quería irme amaba esta ciudad, aquí estaba una de las pistas de patinaje más grandes - ¿que porque nos vamos?-pregunte levantando me de la silla

-A tu madre y a mi nos han trasladado de oficina y tenemos que irnos, dijo mi padre sujetándome la mano, - estas bien cariño- esta vez hablo mi madre

-Si sólo necesito ir a mi habitación- respondí mientras me marchaba de la cocina, subí a mi habitación y me tumbe en la cama, una ves allí llore como su fuera una niña

Oh!!! Querido destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora