Lazos

AVANZANDO EN MI CAMINO

La construcción de la aldea seguía adelante habían pasado largos cuatro años desde la Gran guerra shinobi, podría decirse que todo había vuelto a la normalidad, bueno casi todo; Naruto como siempre entrenando más fuerte que nunca, kakashi como el sexo hokage sus trabajos nunca acababan, había días que el sensei pasaba días enteros trabajando día y noche... Y yo... bueno desde la gran guerra quede a cargo del hospital de konoha, la labor de levantarla desde abajo había sido duro, estos cuatro años habían pasado volando con todo este trabajo.... Sin embargo... no me podía sacar de mi cabeza ese pequeño momento.... El día en que él se marchó...

-Un pequeño poke en la frente con una pequeña sonrisa, ruborizada y con una inmensa felicidad por dentro, algo en mi me dijo que ese era el inicio de algo muy grande, aunque parecía que en ese momento nos encontrábamos solos, teníamos la compañía del hokage a un costado no parecía importarle. Ese momento en donde se voltio y camino hacia que una pequeña silueta apenas se apreciaba-

Así pasaron los días, estos se volvieron meses hasta llegar a estos cuatro años, todo mundo pareciera haber olvidado los dolorosos momentos y recuerdos de la guerra, sin embargo no me había podido quitar este malestar de seguir en un punto donde no he podido avanzar, todo el trabajo en el hospital y las misiones me habían dejado exhausta hasta llegar a un punto donde cada musculo de mi cuerpo se encontraban adoloridos, sin embargo había algo que no me dejaba dormir por las noches, esas pesadillas donde termino despertando de un gran salto dejándome sin poder volver a dormir, meditando si el volverá, si estaré en su mente o simplemente me había olvidado. Me encuentro en un ciclo vicioso en el cual me ahogo yo misma.

Naruto me había acompañado en momentos difíciles, desde que éramos jóvenes había sido capaz de sentir a través de mi dolor y frustración, simplemente a él le frustraba no poder hacer nada, él era feliz con Hinata a su lado, no había día que no se le notara la alegría que le transmitía, simplemente era fabuloso ver como esos dos conectaron al instante, después de los sucesos con toneri, esos dos jamás se separaban y cuando a Naruto lo enviaban a misiones fuera de la aldea a Hinata se le podía ver esa preocupación, y claro yo más que nadie la comprendía, solo pensar en que no volvería por un tiempo la dejaba tan triste, su relación es como ninguna otra y solo verlos juntos me producía una gran dicha... pero dentro de mí se sentía un vacío, corresponder a alguien al parecer no era para todos.

He esperado por demasiado tiempo, desde ese día... creo ya era tiempo de superarlo y avanzar...

Tenía demasiado trabajo en el hospital, pero al parecer el cabeza hueca no lo podía entender

-Naruto es solo una pequeña indigestión en el estomago

El rubio puso una mueca en su rostro arrugando la cara

-Pero Sakura-chan! ¡Enserio me duele demasiado!!

-Naruto Uzumaki.... ¡¿Puedes enfrentarte a un adversario con grandes poderes aun lastimado y no puedes soportar un dolor de estómago?!

Enserio que a veces este chico no tenía remedio

-Estoy a punto de morir! - Inclinándose hacia adelanta se retorcía

De dolor.

-Te esto diciendo tarado que es una pequeña infección de estómago- respondió algo molesta.

¿Vamos Hinata y esta vez porque fue? – le dirigió la mirada la pelirosa fijando sus ojos en la preocupada chica de pelo negro y ojos blancos

-Eh... este... realizábamos una competencia... de comer Ramen... pero luego Naruto quiso entrenar. - dijo algo apenada y preocupada.

-Ya veo... cuantas veces te he dicho que no entrenes después de comer! ¡Deberás que tu no aprendes, eres un gran tarado cabeza hueca! –

- Vamos Sakura-chan, Hinata siempre termina ganándome, eso no puede ser posible- menciono el rubio mientras no contenía las grandes ganas de vomitar.