Mi mano se resbala de la poca tela de su jersey que había logrado agarrar.Fija su mirada en mí, como si esperara que entendiera, que aceptara el romper mi corazón solo porque él cree que será lo mejor para nuestro futuro.
La melodía de aquella estúpida canción retumba en mi cabeza, ¿cómo es posible que algo tan hermoso esconda algo tan terrible detrás?
Sé porqué la hizo, aprovechó su oportunidad meses atrás para planear todo esto con anticipación, puede que no estuviera del todo seguro, pero sabía que serviría para destruir mi corazón en millones de pedazos cuando llegara la hora.
Odio reconocer que lo dejé entrar en lo más profundo de mi corazón, lo odio, porque además serví en bandeja de plata mis emociones y sentimientos apenas tomando forma por culpa de la inestabilidad que me trajo la adolescencia.
Solo logro captar el último verso, pero me es lo suficientemente familiar como para dedicarme a carcomer mis recuerdos, lo dijo hace algunos minutos.
—Quiero verte ser feliz Karol, así no sea en mis brazos, así tenga que ser en la otra punta del mundo, con tus pensamientos y sentimientos todos dedicados a alguien que no sea yo.
Sabe el efecto que cada una de sus palabras tiene en mí, por eso las usa como su mejor arma, y yo, como la niña estúpida que soy, lo dejo dañarme, lo dejo romper cada pedazo de mí, solo porque el amor que siento por él no desaparecerá de la mañana a la noche.
En algunos años espero llegar a odiarlo, espero que mi corazón ya totalmente recuperado deje de latir por él como si acabara de correr kilómetros y kilómetros sin parar, espero que cuando llegue el día, mis pensamientos por fin puedan dirigirse hacia alguien que en realidad lo merezca.
Pero por ahora no pasará, todo el mundo me lo advirtió, todo el mundo me dijo que caería fácilmente si no me alejaba, y pasó.
Años trabajando juntos, en una profesión tan ajena a la realidad como lo es la actuación, y, aun así, no logré reconocer sus besos, sus sonrisas, sus abrazos, con la falsedad que realmente escondían.
Quizás mi mundo de niña debía cerrarse de esta manera para que pudiera aprender que las hadas no existen, que todos los hermosos cuentos de amor que se nos relatan son puras mentiras, creados siempre con el mismo propósito: esconder la realidad de la vida en busca de protección, que pasa a exagerarse y a convertirnos en seres indefensos a la hora de la verdad.
Ruggero Pasquarelli ingresó a mi vida sin quererlo hace algunos años, en un principio sería algo sin importancia, solo trabajo, pero no le bastó con eso y a mí tampoco, nos adentramos en una peligrosa aventura rodeada de oscuridad, que cuando presenció el sol, huyó con todo su valor a ocultarse bajo los brazos de una realidad que ya se había construido para sí mismo.
"Quiero verte sonreír" es una simple forma de alejarme, tiene palabras valiosas, que nunca debieron ser escritas con una intención tan cruel, romper el corazón de alguien.
La canción dice todo lo contrario a mis palabras, ella invita a alguien a regresar a los brazos del intérprete, a llenar esos espacios vacíos; pero él no la usó de esa manera, la puso en boca de otra persona, invitándome a ir a los brazos de alguien más, a los brazos de alguien que en un futuro sí me amaría.
Un poco más de tres años le fueron suficiente para destruir por completo el amor que pudiera sentir por alguien que viniera a mí en busca de algo más que amistad o fraternidad.
Gracias Ruggero, porque por ti y tu estúpida sonrisa, ahora me encuentro en cayendo por un profundo agujero, el cual anhelo me lleve a ver la luz cuando llegue a su final.