Daltónico

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Tú con tus pupilas grises,
traspasabas mis murallas;
y yo en mi mundo de matices,
no entendía el significado de tus palabras.

Tú, que un día me quisiste,
sin necesidad de fingir;
y yo que me enamoré de tus ojos tristes,
esos que me sonrieron en abril.

Quizás nos faltaron los colores,
ese a blanco y negro no funcionó;
es cierto que nunca quise flores,
pero si esperaba aunque sea una carta en mi buzón.

Con tinta negra, con sobre blanco,
que más daba la presentación;
con el corazón abierto, con el amor intacto,
hubiese bastado para salvar esta relación.

AÑO BISIESTO (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora