Lazos tóxicos.

Prólogo.

Oh cariño, estás destrozada. Lloras en su ausencia y sonríes cuando él te escucha. Estás tan dañada que no eres capaz de diferenciar entre el amor y el abuso.

"Eres la única en mi vida"

Es mentira, lo sabes, ¿verdad?

"Jamás te haré daño"

Sabes que no es cierto, él te afecta, tú sonríes pero te duele, te duele muchísimo, ¿por qué no lo aceptas?, ¿por qué le has dicho a tu mamá que te caíste al correr en las escaleras?

"Te amo"

La peor de las mentiras, es la que más duele, la que más te rompe. Aquellas palabras te amarran, te cegan.
Él se aprovecha, lo sabes, pero no quieres verlo.

Con tan solo algunas palabras dulces caes rendida a sus pies. Ya te ha tomado la medida, sabe que hacer y que decir para que no lo dejes.

Pareces ser adicta al dolor. No eres torpe, deja de mentir, deja de mentirte.
¿por qué dejas que él se adueñe de tu vida?

Ya no has salido con Sebastián, ¿por qué?, ¿él te lo negó?

¿Qué tal Sophia?, cierto, tampoco la has visto, él te ordeno que la dejaras.

¿Por qué?, solo porque quisieron ayudarte. Quisieron abrirte los ojos, quisieron sacarte del maldito infierno en el que vives.

Has discutido con tu madre nuevamente y estás triste por ello. Ella solo quiere ayudarte, sabe que le has estado mintiendo, ¿por qué te niegas a contarle?

Tan solo date cuenta, no está bien, aquellos golpes no son caricias, aquellas mordidas no son besos, aquellos empujones no son abrazos.

Debes romper aquellos lazos tóxicos.