Siendo una cálida mañana del presente día, Linou se dispuso a sacar el cuerpo de la cama para quedar sentado sobre esta, una sonrisa radiante se hizo presente en sus labios a causa del pensar en su novio Changbin.
Lo cual todas las mañanas era así, porque cada segundo habitaba allí el dueño de su corazón, haciéndole sentir un sentimiento acogedor internamente en su pecho con tan sólo el hecho de saber que tenía a alguien como él siendo parte de su vida y más compartiendo ese mutuo amor.
Sin más, con aquella expresión en su rostro atino a levantar su cuerpo del inmueble y llevar los brazos en dirección al techo, estirando un poco su cuerpo para próximamente encaminarse a la sala del baño y someterse a una ducha.
No tardo mucho tiempo bajo el agua, ya qué, tenía que apresurarse para ir al refugio para gatos donde había visto anteriormente uno al cual adoptaría, quería darle aquello como una sorpresa a su pareja.
Ya alistado con una simple vestimenta deportiva y tras haber desayunado, tomó su mochila con la cual iba siempre a todos lados, conjunto un portador gatuno para luego rapidamente salir de camino al lugar antes mencionado.
No era demasiado lejos, por lo que llego un poco más de media hora en transporte público y lo primero que hizo, fue irse a firmar el compromiso de adopción del animalito peludo, despues finalmente fue por él, con el objeto transportador en mano de color gris.
Los ojitos le brillaron de tan solo ver aquella bolita de pelos con 5 meses de vida, lo tomo entre sus brazos cariñosamente y le hizo sutiles caricias por sobre la cabeza.
Pasaron unos minutos más hasta que se decidió a ubicarlo dentro de su transportador y poder partir así con rapidez en dirección al hogar que compartía con su novio.
Aunque tuvo que esperar si para darle a conocer al nuevo habitante de la casa, recien pudo darle la noticia por la tarde cuando este había llegado.
Tras verle entrar por la puerta se le lanzó a abrazarlo con todas sus fuerzas y comenzó a repartir besos por todo su rostro, hasta que se separó, no sin antes dejarle unos cuantos sobre los labios.
—Chiquito mío, tenemos una bendición, mh. —con la sonrisa más grande pronunció esas palabras dirigidas al más bajo.
Fue a tomar al gatito que estaba posado en el sillón y lo tomó en brazos para mostrarlo en dirección del recién llegado.
—Nuestro Michi, debemos pensar en un nombre para él, aunque su nombre en el refugio de adopción era Azuh, umh.
Y con esas palabras se acercó más donde el contrario para mostrarle de más cerca al gatito.
Realmente esperaba que la sorpresa le hubiera gustado al punto de hacerle sentir emocionado como se sentía el mismo.
Por su cabeza no dudaba que la llegada del nuevo integrante al hogar, les traería muchos más momentos bonitos juntos.
