Cuando creí que nada podía ser peor, que nada podría dolerme más, que nada me mataría otra vez. Llegas tú y me dices adiós. Con un mensaje largo, con miles de razones por las que yo no era suficiente para ti y razones por las que ya no podías seguir aquí.
Recuerdo bien esa madrugada en la que decidiste soltarme para siempre, recuerdo también las veces que te dije que no me dejaras así, que te necesitaba y tu solo dijiste que lo sentías, pero ya no soportabas mas estar a mi lado.
Aun no se cual de tus cientos de razones para no estar conmigo me duele más. Si donde dijiste que estar conmigo ya se sentía una carga o que jamás sería suficiente para ti. Y ahí estaba yo con el corazón hecho pedazos, dándote la razón en todo lo que me decías, aceptando tus razones y aun así pidiendo que te quedaras.
Hoy después de algunos meses, sigo recordando cada razón, cada palabra dicha, cada motivo para soltarme. Todavía rondan por mi mente logrando quitarme el sueño y hacerme cientos de preguntas. ¿Por qué no fui suficiente? ¿Por qué me soltaste? ¿Tan mala fui contigo? ¿no merezco una oportunidad? Y así podría seguir con más y más preguntas.
Te fuiste dejándome en la nada, te fuiste cuando más te quería a mi lado y si, tal vez no supe hacértelo ver, pero tenia miedo de romperme y tu estuvieras lejos, como siempre. Nunca fui buena expresando sentimientos, pero sabias que te quería, sabias que te necesitaba y no te importo nada de eso al irte así.
Quisiera decir que te odio, que te guardo rencor, que te mereces lo peor, pero no puedo hacerlo. Al principio necesitaba sentirlo, pero conforme pasaban los días me iba dando cuenta de que no podía, de que a pesar de todo entendía lo que me decías. Entendí tus razones y sigo sintiéndome la peor persona del mundo.
Tal vez estoy mal o tal vez tengas razón en todo y realmente yo fui la mala de la historia, la que nunca supo querer, la que nunca supo hacer que sintieras que eras todo para mí, la que nunca supo complacer tus necesidades, la que nunca te apoyo y te hacia ver cuando estabas mal o cuando algo no te convenía. Ahora cada día siento que son ciertas cada una de tus palabras.
Me encantaría poder verte a los ojos otra vez y decirte que era mentira cuando te dije que estoy mejor, quisiera poder gritarte que me rompiste de tantas maneras, que me sigo rompiendo por las noches, que no duermo y te sigo llorando en cada jodido rincón.
Quisiera poder decirte tantas cosas que no dije, que sepas que aun te extraño, que sin ti todavía me siento perdida, que muchas cosas no tienen sentido alguno si al final del día no puedo compartirlas contigo, que besar otros labios no se siente igual que besar los tuyos.
A veces quisiera salir corriendo y buscarte, gritarte hasta quedarme sin voz que regreses, aunque sé que ya no quieres escucharme, que estas tan lejos y que sin mi estas mejor.
Quien diría que crecimos juntos, que pasamos casi 9 años compartiendo nuestra vida, entre idas y venidas hasta que decidiste irte. Se que en algún momento voy a ser capaz de decir que fue lo mejor, pero por ahora eso es algo que no puedo hacer, al menos no todavía.
¿Quién dice que las separaciones son fáciles? Realmente creo que nadie está preparado al 100% para afrontarlas, pero dicen por ahí "todo pasa por algo" aunque yo aun no lo entiendo, espero algún día hacerlo.
*nos vemos cuando sienta ganas de escribirte otra vez*