Aquí estoy con mis manos en la cabeza, al borde de la cama y el manicomio. Decido ir y comenzar. Eso es lo más importante y que muchos dejamos en al olvido del pensamiento. Hechando un suspiro no sé de qué índole, me siento en mi escritorio y tomo lápiz y papel.
En unos minutos ya comienza a escucharse el sonido tan abstracto del lápiz en la hoja. Los insectos hacen su precedencia y me dejan marquitas en mi piel. Pero eso no me detiene. Solo...en un punto de análisis, miro el gran ventanal y recapacito ante la idea tan voluptuosa que aparece de mis entrañas. ¿Qué es la vida? ¿Cómo es realmente la vida? ¿Cómo la definimos? Aunque filósofos tengan ideas sumamente esquematizadas con palabras cuyas definiciones no conocemos. Creo qué hay algo más detrás de cada letra, párrafo o punto.No lo entiendo. Por más significado que busque solo me encuentro más perdida en el laberinto del pensamiento.
Aturdida, observó mi habitación, en busca de una iluminación divina.
La cama, es tan cómodo adentrarse en las sabanas cuando llegan esos inviernos sin nieve y abrazarme a Morfeo como un bebé a los brazos de su madre. Pero es tan triste el saber que tarde o temprano te alejarás de tal comodidad y seguridad.
La ropa colgada en el armario, siempre la llevo conmigo, como mis pensamientos, pero siempre cuando un grupo de prendas me incomoda puedo cambiarlas y si en dado caso están sucias por la algarabía del nuevo mundo, puedo lavarlas y purificarlas.
Mis libros, siento que son lo único real en esta habitación, me transportan lejos de aquí y me enseñan, pero no a mi cerebro, si no a mi alma. Cada palabra penetra en mi cuerpo como finas espinas de rosas hermosas.
La puerta, es pura decisión en madera. Siempre puedo elegir si atravesarla o simplemente aguardar en mi habitación. Libre albedrío le diría yo.
El gran ventanal, que me transmite paz y fuerza, me alegra y me conmueve, ese ventanal por donde entra el aire y toca mi fina piel como el susurro de un amante o las dulces melodías de los pájaros al amanecer, con sus alas revoloteando de árbol en árbol. Son los mejores artistas, y esos ramos verdes que complementan el ambiente, lo hacen glamoroso y fantástico. Siento que hablan conmigo, que me llenan de energía y me completan.¡Oh rayos! He perdido la cordura, me miro en el espejo y me observo. ¿Qué veo? ¿Será verdad esto? Este cuerpo, junto con todo lo que lleva o simplemente es una ilusión pasajera?
Un brillo me aturde, viene de mi cadena, mi fina cadena de oro, son pequeños pedazos unidos entre sí y pegados por algo más complejo...más complejo que el universo, pero aun así, ella brilla, ella existe y me alegra. Me ilumina y me embellece. Me brinda el significado de lo perdido.
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Cadena de oro
Short Story¿Qué es la vida? ¿Cómo es realmente la vida? ¿Cómo la definimos? Aunque filósofos tengan ideas sumamente esquematizadas con palabras cuyas definiciones no conocemos. Creo qué hay algo más detrás de cada letra, párrafo o punto.