Tribute

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Concurso GiyuuTan
Grupo GiyuuTan Latino
Fanfic basado en el arte de giyutan__H (Twitter)

(...)

Sabe que lo que está haciendo no es lo correcto o lo más sano pero para ese punto realmente no importa.
Lleva bastante tiempo contemplando en silencio el rostro captado por la cámara de un teléfono celular. Incluso en fotografías tomadas en distracción, Tanjirou seguía luciendo tan radiante y cálido como lo haría en persona.

No, no es que él hubiera cometido el atrevimiento de aprovechar la habitual actitud confianzuda del muchacho para tomar aquella foto. Fue Shinobu, una estudiante mayor que conocía gracias a su compañera de trabajo y hermana de la susodicha, Kanae Kocho. A ciencia cierta, no está claro el motivo por el cual a la Kocho menor no le agradaba su presencia, en lo que a su concierne nunca le había hecho nada.
Tal vez no parezca importante pero Shinobu es en parte causante de su situación actual.

Giyuu tiene un pequeño secreto, nada realmente importante. Solo que gusta de Tanjirou Kamado, uno de sus estudiantes. ¡No lo malentiendan! Él no es un pedófilo que se aprovecha de los niños. Para empezar, la atracción comenzó antes de siquiera saber que sería su profesor.

El moreno lo conoció un día cualquiera antes de comenzar su nuevo trabajo; Tomioka comenzaba la vida laboral dado que recién se había graduado. Daba un paseo conociendo el que sería el barrio cercano a la escuela Kimetsu cuando el aroma dulce y caliente de pan le pegó en el rostro provocándole antojo. Cruzó la calle e ingresó a la panadería que tenía un ambiente familiar tan agradable que le enterneció ligeramente; vio la charola y unas pinzas metálicas y se enfocó solamente en escoger unas cuantas piezas azucaradas. Realmente no es un adepto del azúcar pero un poco de vez en vez no era malo. Satisfecho, fue al mostrador para pagar como normalmente lo haría cuando fue que se topó con el Sol cara a cara.

"¡En la vista de una persona honesta no hay impurezas!", pensó mientras apretaba la billetera dentro de su bolsillo, "¡Los ojos son una ventana al corazón!".

—Buenas tardes joven, ¿es todo lo que quiere? — Era jovial, la voz sonaba terriblemente alegre y encantadora.
Giyuu relajaba su agarre mientras desviaba la mirada aparentando buscar algo más. —¿Joven?

—Sí, muchas gracias —. Contestó y por un momento fue cegado por la sonrisa ajena. Le recordó a los chicos bonitos de los mangas raros que Makomo se ponía a leer.

—Uh, ¿se encuentra bien? — La pregunta sacó a Tomioka de sus pensamientos de nueva cuenta —¿Le puedo ayudar en algo?

"Dame tu nombre, tu número y sal conmigo si no es mucha molestia"

—Soy nuevo por aquí y me preguntaba si me podrías decir el horario de aquí —. Responde sin decir alguna mentira —Todo luce muy bien en esta panadería.

"Incluso el personal"

—¡No hay problema! Somos un negocio familiar así que siempre está abierto excepto que haya una emergencia. Deje me presente, me llamo Tanjirou, ¿cuál es su nombre?

Analizó un poco la mano que le estaba extendiendo el pelirrojo y lentamente la estrechó sin imaginarse que estaba firmando su condena.

Cada cuatro días su recorrido le llevaba al negocio de la familia Kamado para ver al hijo mayor. Pronto pudo ser capaz de entablar conversaciones que fueran más allá del precio o la calidad del pan. Se podría decir que Giyuu había conseguido su primer amigo en la ciudad y eso realmente le alegraba el corazón.

Ahora, imaginen su sorpresa al llegar a su primer día de clases con su grupo asesorado y distinguir la cabecita colorada de Tanjirou entre sus alumnos. Maldijo internamente durante toda la clase de presentación y más aún cuando regañaba a los chicos por su vestimenta.
Rayos, ahora tenía que controlar su calentura si quería mantener su primer trabajo y que no le removieran el permiso de enseñar.

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