26¶S A L V A D A

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INO

Últimamente he pasado tiempo en una de las florerías de mis padres, la señora que estaba a cargo enfermo hace unos días así que tome su lugar.
No he visto a las chicas en estos meses están demasiado ocupadas para responderme los textos y cuando tengo oportunidad le pregunto a Deidara sobre Tenten pero este me ignora.
En fin llegué al local, hice un poco de limpieza y me puse a leer un poco estar todo el día ahí llega a ser aburrido. A como pasaba el día mi hora se irme a casa estaba próximo así que para matar tiempo comencé a ser decoraciones con flores para exhibición. Tan concentrada estaba que no me fijé que alguien había entrado.

—Hola Ino —una voz masculina atrajo mi atención, me sorprendió tanto.

—Sasuke, ¿Que te trae por aquí? —respondí. Es la primera vez que lo veo en una de las florerías y además ya tarde.

—Se que ya estás por cerrar, pero hay posibilidad de que me puedas vender una ramo de rosas.

—No hay problema —le dije, así que le extendió una pequeña hoja y un sobre. — aquí puedes escribir algo para que vaya entre las rosas.

Él asintió y comenzó a escribir, yo por mi lado fui al almacén para traer un ramos de lo que había hecho en la tarde. Salí y se lo entregue.

—Aquí lo tienes —le extendió el ramos de rosas rojas, porque se que  ese le gustan a Karin. Sasuke solo las miro.

—¿No tienes Rosas? —levante la ceja, le di un ramo de rosas —, no, bueno de color rosa

—¿Rosas? Pero a Karin le gusta el rojo —solté confundida.

—Si, bueno pero no son para ella —comenzó a ponerse nervioso —son para Sakura.

—¡Ah! Pero a Sakura no le gustan las rosas —le dije y se sorprendió —, eres su amigo y no sabes que flores le gustan. Increíble Sasuke.

Ambos comenzamos a reír, siempre fuimos cercanos, Sakura, Sasuke, Naruto y yo. Cuando éramos pequeños solían decir que Naruto y yo éramos gemelos y solíamos confundir a las personas mucho. A veces hacíamos solíamos jugar mucho entre los cuatro.

—Sus flores favoritas son los lirios rosas —le extendió un ramo ya adornado.

—Gracias Ino, eres la mejor —me abrazo y se fue demasiado feliz.

Después de verlo irse, me di cuenta que ya estaba obscureciendo. Maldecí en voz baja, comencé a cerrar la tienda. Una vez que pase seguro a la puerta principal, fui a la parte trasera del local para salir por ahí. Salí con un suéter muy ligero y al sentí la fría brisa de la noche, frote mis manos contra mis brazos para proporcionarme un poco se calor. Comencé a caminar hacia mi casa, a pesar de que ya estaba oscuro olvide que la calles no son como la privada donde vivo.
Estas son más oscuras, las lámparas parpadean mucho, por alguna razón me da la sensación que son peligrosas.   Camine más rápido, pude distinguir a un par de chavos del otro lado de la calle ocultos en la oscuridad, al pasar a su lado comenzaron a silvarme.

—¿A dónde vas bonita? —hablo uno de los chicos

—Ven con nosotros, verás como nos divertiremos — seguí con el paso rápido, pero ellos comenzaron a seguirme. Saque mi celular y le llame a Deidara pero no respondió

—Ven, no huyas de nosotros —me entró el miedo  y comencé a correr. Estaba por cruzar la calle pero sentí un jalón en mi brazo que me lo impidió

—A caso tus padres no te enseñaron que es de mala educación ignorar a las personas cuando te hablan. —se dirigió a mi el chico que me tenia del brazo.

—Si me lo enseñaron y también me enseñaron a ignorar a los vagos —respondí molesta e intenté safarme de su agarre.

—Que bonito cabello tienes —hablo otro chico atrás de mi y se pego a mi cuello —, desprendes un rico olor.

—Aléjate de mi —solté con odio. Ambos comenzaron a reírse. —son repugnantes

—¡Ay bonita, que graciosa saliste! —hablo el que me tenia del brazo. De un momento me aventó contra la pared que estaba cerca.

—Te vamos a enseñar a como usar esa boquita —estabamos en una parte muy oscura y los coches pasaban escasamente por ahí.

—¡Les dije que me suelten! —grite lo mas que pude y seguí forcejeando.

Uno de los chicos levanto su mano, como si me fuera a golpear. Cerré los ojos para esperar el impacto pero nunca llegó, de un momento senti como me jalaban.

—¿A caso sus madres no les enseñaron a respetar a una mujer?—senti las cálidas manos de las persona que me salvó sobre mis brazos.

Abri los ojos y lo primero que vi fue a los chicos que estaban furiosos, no me miraban a mi, sino veían a quien estaba atras de mi.

—No le estábamos haciendo nada que ella no quisiera —hablo el primer chico

—Yo escuche que ella grito que la soltaran, no que continuarán —aun estaba en shock y no reconocí la voz, incluso solo me quedé paralizada.

—Tranquilo amigo, los tres podemos compartirla —el segundo chico me tomo del hombro y brinque del miedo.

—No la toques —salí del shock y pude distinguir la voz de Sai, voltee a verlo con los ojos llorosos.

—¡Hey! Nosotros la teníamos primero si no quieres que te rompamos la cara —amenazaron a Sai

Sai me coloco atrás de él y por miedo retrocedí un par de pasos más. De un momento a otro, vi como los chicos de antes estaban sobre el piso cubriendo su rostros. Sentí la mano de Sai sobre mi muñeca y como avanzábamos hacia su auto, me subió al copiloto y me coloco el cinturón de seguridad. Él subió y comenzó a moverse el auto.

—Gracias —le dije y me solté a llorar.

Sai se mantuvo callado lo cual agradecí internamente, me sentía avergonzada, humillada y expuesta por esos chicos.
Deje de llorar durante el trayecto y solo me recargue en asiento y veía hacia la ventana, no estaba lista para verlo a él. No sé en qué momento llegamos a mi casa, ni siquiera me percate que nos detuvimos.

—Ya estás en casa Ino —el escuchar mi nombre, me hizo salir de mis pensamientos.

—Gracias Sai, por todo —no me voltee a verlo, solo abrir la puerta y baje del auto.

Apesar de estar a una corta distancia de la entrada y teniendo en cuenta que estamos en la privada. Aun me sentía insegura y tenía mucho miedo, con pasos lentos caminé hacia la puerta de mi casa, las luces estaban encendidas. Lo que me hizo pensar que Deidara está en casa, tropece un poco por los distraída que iba.
Alguien me abrazo por atrás y me entró miedo tanto que me paralice.

—Tranquila, soy yo —la voz se Sai me tranquilizó. Rápidamente me gire hacia él y lo abrace, me solté a llorar en sus brazos. —. Ya pasó, estás a salvo ahora

Sus palabras me tranquilizaban pero no sé lo que hubiera sido de mi, si el no hubiera llegado en ese momento. Tal vez no estaría aquí con él en este momento, ni mucho menos abrazándolo.

It Is Love Or Just Attention? Parejas de NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora