Luego del brindis, de cenar y de despedirme de mis padres, Ricardo y yo estamos camino a su casa, bueno nuestra casa.
Tengo miedo, estoy nerviosa, quiero irme a mi casa, ya no quiero seguir aquí, ya no más, no quiero pasar la noche con Ricardo, apenas lo conozco.
- Quiero que te sientas como en casa, porque apartir de ahora es nuestra casa - me dice el, acariciando mi pierna por encima del vestido.
Aparto inmediatamente la pierna hacia el otro lado y el quita su mano de ahí.
- Tranquila, yo no muerdo, bueno aveces, pero no mordidas violentas sino deliciosas - dice mirándome de una forma perversa.
Lo que acaba de decir solo logra aumentar mi miedo, así que apoyo mi cabeza en la ventana del vehículo y trato de descansar un poco.....
- Amor, amor despierta.
Abro rápidamente los ojos y Ricardo esta acariciando mi cabello, lo miro y me aparto tan rápido y fuerte que me golpeo en la ventana del auto.
- Tranquila, ya llegamos a casa.
- Esta bien, ahora bajo y entro, adelantate.
- De ninguna manera, debo llevarte en brazos hasta nuestra suite - me dice el mirándome perversamente y mordiendose el labio inferior.
Le aparto la mirada y abro mi puerta, salgo del automóvil y me paro, no pasa ni 2 segundos y de pronto aparezco en los brazos de Ricardo.
- Ricardo, por favor dame tiempo, no quiero pasar la noche contigo - el me mira raro - ni con nadie, no estoy lista, por favor - añado.
- No, mi cielo, te daré la mejor noche de tu vida, ya lo verás.
- Ricardo, porfavor, te lo imploro.
- Más rato me rogaras para que no pare, ya lo verás.
- Ricardo, por favor, por lo que más quieras, necesito tiempo para todo esto, por favor.
- Lo siento mi cielo, pero tenemos que tener nuestra noche de bodas, quieras o no quieras.
- Ricardo, por favor.
El no me responde nada y una vez que llegamos a la habitación el cierra la puerta con llave y se mete la llave al bolsillo de su camisa.
- ¿Quieres que te espere y te vallas a poner una de las lencerías que te compre o te sientes cómoda como estas?
- Ricardo, porfavor no quiero hacer nada, no me siento cómoda.
- Entonces si no te sientes cómoda ve a ponerte una de las lencerías que te compre, están en el baño.
- NO! - nose como, pero acabo de gritar a Ricardo - yo, lo siento, no quería gritarte, pero por favor entiende que no me siento cómoda ni con este vestido y mucho menos con lencería, soy virgen, jamás tuve un novio y no estoy lista para todo esto, por favor entiende.
- Y que hay de nuestra noche de bodas?
- Ricardo, yo no estoy enamorada de ti, nisiquiera te conozco bien, mis papás me obligaron a casarme contigo, no fue porque yo quise, yo no quería que pasara todo esto y mucho menos que quieras acostarte conmigo, porque déjame decirte que no lo voy a hacer, simplemente porque no quiero, además que ya es tarde y mañana tenemos que ir a la escuela dominical.
Ricardo me mira feo.
- Haz lo que quieras - me dice y se sale de la habitación .
Ufff...al menos logre que se fuera, ojalá no vuelva más rato a molestar con lo mismo, me saco el incómodo vestido que tengo y me pongo un camisón que encuentro en el armario y me meto a la cama, no puedo evitar las lágrimas, odio todo esto, solo espero que Ricardo no vuelva a insistir en el tema....