"Color negro" //Yoonmin//

Capitulo 1

1993

Se encontraba corriendo por los pasillos con muy poca velocidad, porque se podría caer y él lo sabía muy bien. Además, que no quería causar mucho ruido. Tampoco quería que una de sus noonas llegasen y lo castigara de nuevo por quinta vez en ese inicio de semana, y eso que penas era martes. Había muchos factores que le impedían ir más rápido, uno más de ellos eran sus pulmones y su dificultad para respirar. Eso era lo más preocupante.

No recibía un buen trato en ese lugar. Siendo el menos preferido de los que estaban a cuidado de él, recibía maltratos tanto físicos como psicológicos. Todo por un problema que él no decidió tener. Su problema era distinto a los demás, pero no era el único con deficiencias discriminatorias. Agradecía a Dios de que existieran personas que sabían lo que sentía. Pero, maldecía en grande al saber que ellos sufrían el mismo destino que él. Un sufrimiento en demasía.

Sus hermosos mechones ondulados color amarillo se mecían con calma ante la presencia de las ligeras corrientes de aire que lograban toparse con su bella presencia al correr por esos espeluznantes pasillos que lo habían acompañado desde su uso de razón.

Era tarde. Debería haber estado en su dormitorio hace quince minutos. Su virtud no era la puntualidad. Pero para los encargados esa no era una excusa.

Sus compañeros de habitación eran tan solo eran tres y no era un privilegio para alguno. La habitación era pequeña, descuidada, tenebrosa y horrorosa. Pero entre todos sabían cómo mantenerla a flote. Los únicos que dormían en esa habitación eran los "Defectuosos". Así es como les solían decir, desde compañeros de ese mismo lugar hasta encargados del cuidado de los niños. Un orfanato no es precisamente el mejor lugar para vivir y menos cuando estas encadenado a una enfermedad despreciable. Pero daba gracias a dios que no padecía una enfermedad decumbente y no ser solo una carga más para sus amigos. Una carga era lo último que quería llegar a ser.

Los pasillos del orfanato apresaban tus miedos, devolviéndotelos en seguida, todo en ese lugar te podía dar un escalofrío tremendo, motivo por el cual muchos chicos querían egresar de ese agonizante lugar y él no era una excepción, sabía que si lo intentara lo lograría, pero no se quería ir, no porque no tuviese un lugar a donde llegar, si no por ellos. Sus amigos. Necesitaban de él tanto como el de ellos.

Atravesó el tremendo pasillo con toda la sutileza que pudo, para no despertar a ningún niño o niña que ya estuviera descansado en un sueño profundo. No estaba de humor como para aguantar burlas a tales horas de la noche. Llego hasta la última puerta del pasillo, era una puerta descuidada y descolorada. El tiempo estaba acabando con ella. Giro el picaporte y entro rápidamente, antes de que alguien se diera cuenta que no estaba donde debería de estar.

–¡¿Dónde estabas, sabes la hora que es? nos tenías preocupados! –

–Lo siento, Seokjin-hyung, no volverá a pasar–

Dijo apenado el pobre chico, había preocupado a su Hyung, esa no era su intención. Nunca lo seria. Pero tenía sus razones para estar fuera de su lugar, sin embargo, no tuvo tiempo de decir le a su mayor a donde iría. Y se sintió peor al ver sus ojos claros cristalizarse. Seokjin era una persona muy sensible y solo lo demostraba con las personas que quería y que mantenía una fuerte relación, sin embargo, su actitud hacia los demás era fuerte y no se dejaba pisotear ante las personas. Aunque a veces evitarlo era casi imposible.

–Eso espero, pequeño, no sé qué haríamos Namjoon y yo si algo te pasara, sabes que nos importas mucho, Minie– ese era su apodo favorito: "Minie".

–En verdad lo siento mucho. –

Sus orejas ya se encontraban rojas de la vergüenza y la pena que causaba. Todo un caso. Si, parecía un pequeño tomatito maduro, gracias a sus cachetes abultados.