CAPÍTULO I
-Señorita Haruno acepta usted por esposo a Uzumaki Naruto, cuidarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?
-Acepto…
-Señor Uzumaki acepta por esposa a la señorita Haruno, cuidarla y respetarla hasta que la muerte los separe?
-Acepto Dattebayo!
Un casto beso los unió en sagrado matrimonio con la bendición del sacerdote. Los novios salían felices de la flamante iglesia.
La recepción fue maravillosa, comida espectacular, bebida de calidad y el amor de los novios era palpable. Se amaban y eso se notaba a kilómetros… felicitaciones por parte de la familia de ambos, amigos, amigas, socios por parte del novio, pero lo que más esperaba Naruto era las felicitaciones y abrazo de su mejor amigo,casi hermano... Uchiha Sasuke.
-Dobe, ya sabes que no soy de palabras pero te deseo lo mejor del mundo y toda la felicidad que está hermosura pueda brindarte!
Uchiha Sasuke el mejor amigo de Naruto, lo abrazó sinceramente, el pelinegro sabía perfecto que su tonto pero afortunado amigo se había sacado la lotería con esa bella mujer. Era hermosa, con un cuerpo de infarto, todo lo que al Uchiha le gustaba en una mujer, solo que esa mujer era de su mejor amigo… piernas largas y torneadas, caderas anchas con nalgas firmes y redondas, cintura de avispa, estómago plano, pechos ni grandes con que ahogarte, ni pequeños como para hacerse un agua de limón... simplemente perfectos, casi podía asegurar que le cabían perfectamente en su mano. Lo mejor de todo era que esa escultural mujer tenía un bello rostro, que parecía ser tallada por los mismísimos dioses del Olimpo, toda una Afrodita, con una bella y deseable boca, sonrisa paramiembros, una nariz respingada y delgada. Y los ojos más hermosos que había visto en una mujer… verde esmeralda que parecían una posa de agua cristalina donde nunca te cansarias de nadar, undirte en sus profundidades y perderte para siempre en ellos, su extrañó color de pelo combinaba con todo ella, aunque dudaba de su veracidad, el color rosa tenue hacia el complemento perfecto para darle el toque final a esa bella diosa.
-Tierra llamado a Sasuke responde!
No se había dado cuenta que se había perdido mirándola y no sabía que tiempo lo había hecho. La burla de su amigo, en efecto lo hizo volver a la tierra. Apenado cambio su mirada hacia otro lado.
-Disculpa dobe, solo pensaba en lo maravilloso que me la voy a pasar ahora que te vayas de honeymoon! Sin tener tu odiosa presencia para joderme la vida!
-Sabes que me vas a extrañar teme, no tienes por qué negarlo… además mi saku no se pone celosa y me compartiría contigo! Verdad amor?!
Ambos voltearon a verla, ella se puso roja como tomate, solo pudo asentir y bajar la mirada….había algo en el amigo de su esposo que la ponía nerviosa. Naruto no se dió cuenta de nada, creyó que Sakura era muy tímida y solo la atrajo hacia el y le beso la frente. Sasuke se despidió y se fue con su acompañante.
Naruto y Sakura se habían conocido en uno de los viajes de negocios del rubio a Grecia. Desde el momento en que el Uzumaki posó sus ojos en esa belleza, no paró hasta conquistarla. Aunque sus planes del rubio consistían en llevarla a la cama, no contó con que Sakura era muy tradicional y no sé dejó visitar la cama del guapo chico. Ella se dió a respetar y cuando el rubio menos lo sintió ya estaba perdidamente enamorado de ella… y lo mismo pasó pero viceversa. Ambos enamorados con un año de noviazgo y sobretodo respetándose, Naruto le pidió matrimonio a Sakura. Él supo esperar y respetarla ganándose el consentimiento de los padres de ella.
Nadie la conocía personalmente, sólo por boca del rubio que no para de hablar de ella, de lo guapa, inocente, carismática, sexi y bondadosa que era su futura esposa, obviamente nadie le creía que una diosa como él la pintaba fuera la prometida del bocotas del Uzumaki.