Un chico caminaba sólo por un sendero boscoso, era de tez pálida, tenía un abundante y fino cabello negro, sus ojos eran grandes y de un verde intenso que hacía que al mirarlos uno pudiera ver su propia alma, no había avanzado mucho en su camino cuando escuchó un silbido, volteo para mirar el origen del ruido y terminó encontrándose con un rostro familiar que provocó en él una débil sonrisa.
-¿Qué deseas ahora Zero?- dijo sin borrar aquella sonrisa.
Otro chico que aparentaba cerca de la misma edad salió de la sombra de un gran árbol, y se recargo en el tronco, esté tenía los ojos un poco más pequeños que los del primero y eran de un color verde claro, su tez era blanca y tenía un abundante y caído cabello color rojo, tanto que una rosa carmesí podría pasar desapercibida.
-Que te digo Kaname- suspiro –Me han mandado por ti, así que no te hagas el difícil y acompáñame por las buenas-.
-¡Ay qué pena!- contestó Kaname con fingida modestia –Pero por ahora no me interesa trabajar- y comenzó a caminar.
-¿Enserio?- Zero río –Ni pensar que encontré lo que toda tu vida has estado buscando-.
Al instante Kaname se dio la vuelta drásticamente y corrió hacía donde estaba Zero.
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Sonó una campanada, se podía ver a un chico en el baño de una escuela con una caja de maquillaje es las manos, era inusualmente pequeño para ser un hombre, sus ojos eran demasiados grandes y de un color miel, era de tez blanca y su cabello era fino y de color castaño, estaba intentando ocultar un moretón en su ojo derecho que muy apenas podía abrir, cuando una chica más alta que él, de tez blanca y un cabello largo y violeta, tocó la puerta sorprendiendolo infraganti.
-Dann-chan- contestó el chico un poco tímido con una delicada voz -¿Qué haces aquí?-.
-Akemi… ¿Quién te hizo esto?- dijo preocupada mientras sus ojos aqua se posaban sobre el moretón.
-¿E-Esto?- dijo Akemi más nervioso –Me caí- sonrió.
-Si claro Akemi- lo miro cruzando los brazos –No debes dejar que te traten así ¡Por Dios! ¿Qué pasará con tu vida más adelante?-.
-Ni yo lo se Dann-chan, estoy bien gracias- le sonrió de nuevo y salió del baño.
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Zero y Kaname llegaron a la entrada de un enorme castillo, abriendo las puertas de par en par, caminaron por varios pasillos hasta llegar a las puertas de una habitación, Kaname junto un poco de aire y ya más calmado entró a la habitación, acercándose al trono y dijo.
-¿Es verdad lo que Zero me dijo? ¿Lo encontraron?- preguntaba desesperado.
-Así es…- contestó una voz bastante gruesa desde el trono –Pero creí que no querías trabajar-.
-Hay bueno- juntó los dedos índices tratando de explicar algo.
-Realmente es algo bastante simple, ésta en el castillo vecino, en la aldea de los leñadores, es como quitarle un dulce a un bebé- dijo el Rey soltando una risa.
-Si era tan fácil ¡¿Por qué no mandó a Zero?!- dijo Kaname con fastidio –Nunca hace nada-.
-¡¡Cállate!!- Zero lo golpeó en la cabeza –No me hables así que aún soy tu superior-.
-Chicos…- dijo el Rey tratando de calmarlos –No puedo mandar a Zero, porque él no haría lo que quiero que hagas Kaname…-.
-Oh ¿Pues qué desea que haga?- preguntó Kaname confundido, mientras podía sentir la mirada de preocupación de su amigo.
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KANA DIMENSION
RandomKaname, el sombrio y mejor caza recompensas del reino se verá en problemas en su misión para obtener el "Don del control", su increíble poder lo llevará lejos de su hogar, a un lugar perdido en otra dimensión extraña, quizás... ¿La Tierra?