𝔸𝕝𝕞𝕠𝕙𝕒𝕕𝕒 𝕕𝕖 ℙ𝕚𝕖𝕕𝕣𝕒.

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"Córranse que no puedo ver

El sueño como me espera

Detrás de un muro de contención

Con la sonrisa de alma muerta"

__¡Kanon! Hora de levantarse...ya es tarde...¿Olvidaste que teníamos que ir al Coliseo?

__¡Ya voy!

¿Tan pronto había pasado la noche? Habia estado tan metido en sus pensamientos que ni siquiera había notado cuando amaneció. Se levanto de la cama perezosamente y se dirigió al baño a darse una ducha. Mientras se desnudaba y se metía bajo la cascada, recordó la tarde del día anterior, una vez. No dejaba de repetir el dialogo que había tenido con el León a la hora del te en su templo.

No había mentido cuando le dijo que lo quería, cuando dijo que quería ser feliz y le encomendó la tarea al joven confiando en el. Se había sincerado por primera en mucho tiempo mostrando un destello de aquello que lo hacia sentir un condenado diariamente. Habia aceptado a Aioria como pareja, porque vio en sus ojos veracidad. Y por un momento sentía que sus hombros ya no eran tan pesados. De hecho había regresado radiante después de la sección de besos que tuvo lugar al final de la charla. Pudo cenar junto a su hermano en paz e incluso había sonreído relajado.

Cuando se acostó, ansió sentirse en ese estado por el resto de su vida y por un momento se determino a lograrlo. Entonces, ¿Porque no había podido pegar un ojo en toda la noche?

"Como una fiera sangrando estoy

En una selva de mentes viejas

Habrá también que saber soñar

Sobre una almohada de piedra"

__¡Kanon! ¿Cuanto mas quieres atrasarte?

El grito de Saga lo saco de sus cavilaciones. Aunque no por mucho ya que la respuesta a su pregunta llego mas rápido de lo que deseaba. Salio de la ducha, se seco y fue a su cuarto a vestirse. Mientras se ponía su ropa de entrenamiento pensó en que lo había asaltado y robado el sueño.

Sus dudas, sus temores, sus desánimos, sus recuerdos y el peor de sus sentimientos: el de no merecer nada de lo que tenia que contrastaba grandemente con sus ganas de merecerlo o por lo menos de poder hacer algo para merecer, aunque fuese un poco.

Por lo visto lograrlo no seria simple. Corresponder a Aioria seria complicado. Merecerlo seria una historia diferente, pero si tan solo...se olvidara de si mismo?

"Ahora que lejos quiero llegar

Nunca nada pudo estar tan cerca

A cielo abierto quiso mostrar

la noche su pensamiento"

__Kanon...por favor...debemos irnos!

Termino de vestirse y salio. Fue derecho a la cocina para desayunar algo. Saga lo estaba esperando con una taza de café y un croissant. Agradeció el gesto y antes de que su hermano pudiera responder, el guardián de Sagitario entro al Templo portando su armadura.

__Buenos días gemelos__ Miro a Saga__ ¿Ya estas listo?

__Aun no...a Kanon le falta para terminar el desayuno__ ambos lo miraron...

__¿Y eso que tiene que ver? Adelántense, yo termino el café y los alcanzo.

__¿Seguro?

__No me importa esperarlos, Kanon.

__Estoy seguro..por favor, lárguense...

__De acuerdo. Nos vemos luego.

Saga llamo a Géminis quien le respondió vistiéndolo. Acto seguido ambos dorados se encaminaron a la salida. La ultima imagen que alcanzo a divisar antes de apartar la mirada fue cuando Saga tomo la mano del arquero.

¿Como podía interpretar eso? ¿Como una imagen de su futuro tan anhelado o mas bien como un cruenta broma del destino?

"Y en los reflejos que más allá

Quisieran ver que despierto

Y en el dolor por existir

Se habrá de romper el tiempo"

Se encamino al Coliseo apenas termino de desayunar. Sus pensamientos estaban volviéndolo loco y no eran ni las ocho de la mañana. Peor aun, no habían pasado si quiera veinticuatro horas desde que había decidido a intentarlo. Esto de tener el pasado demasiado presente y toda la cuestión de construir un futuro ya lo estaba hartando.

Le había dicho a Aioria que haría cualquier cosa por el. Y de eso tenia que tratarse de ahora en mas. Habia confiado en el menor y este mismo no le pedía mas que confiar en si mismo y ser sincero con el. Podía hacer eso. El podía confiar en sus sentimientos por el guardián del quinto templo y en que lo quería en su presente y en su futuro. Dicho esto...el pasado podía irse a la mierda.

"Muestra el mundo su condición

Y yo siempre saltando el cerco

Córranse que no puedo ver

El sueño como lo espero".

Cuando llego al Coliseo lo vio. Estaba parado de frente a las plateas, en la fila de los dorados ocupando su puesto. Portaba a Leo y se veía mas inalcanzable y perfecto de lo que era posible.

Aioria lo vio llegar y le dedico una sonrisa que lo desarmo por completo, pero no tanto como lo hizo al ver que sus ojos brillaban tanto o mas que su armadura, y tan solo por el.

El león movió sus labios gesticulando un "te quiero" y Kanon lo supo mejor que nunca. Aioria valía pena...si que lo valía!

༄ℂ𝕒𝕟𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕣𝕠⁰¹๛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora