One Shots [H.S] +18

Liberando tensión

Hace aproximadamente una semana que tenía un dolor en los hombros, supuse que sería a causa de la tensión y nervios. No había dejado de pensar en que volvería a subirme a los escenarios en unos cuantos días más.

Estaba nervioso hasta la mierda.

Quería que todo resultara bien, que no hubieran problemas y que hubiera más diversión que molestias. Pero al parecer mi espalda y hombros, no querían lo mismo.

Jeff había mencionado que contraría a un chico; un masajista. Así que esperaba pronto su llegada para conocerlo, necesitaba liberarme pronto del molesto dolor. ¿Hace cuánto que no me realizaba un masaje? creo que lo había olvidado.

Estaba demasiado preocupado del primer álbum que de mi mismo.

Hice una mueca de dolor al levantarme del asiento. La persona que supuestamente iba a llegar, ya estaba atrasada. Tenía que ensayar para los últimos detalles del primer show, y esto me estresaba aún más.

Cuando iba a tomar la manilla de la puerta, escuché unos leves golpes del otro lado. Suspiré con molestia y abrí de una vez.

—Hola —saludó con una sonrisa.

Fruncí mi ceño—. disculpa... ¿quién eres?

—Um... soy Alison, su masoterapeuta —se presentó extendiendo su mano. La miré con extrañeza, pero finalmente estreché su mano. Me hice a un lado para que entrara y ella ingresó con un bolso colgado en su hombro.

—Jeff me dijo que eras hombre —comenté mientras cerraba la puerta. Ella dejó el bolso sobre la camilla que se encontraba en el lugar, colocada quizá por alguien de mi equipo.

De pronto noté como Alison se miraba así misma, como buscando algo.

—Creo que tengo todo en su lugar —bromeó a la vez que dejaba sus manos en sus pechos—. Jeff sabe que estoy aquí, ya me disculpé con él.

No mires, no mires.

Ella aún mantenía ambas manos en aquel lugar.

—Bueno, creo que es mejor que nos apresuremos... llegué algo tarde —me dijo junto con una mueca—. lo lamento —sonrió levemente.

—Está bien... —suspiré.

—Puedes quitarte la camisa y los jeans —habló a la vez que sacaba una toalla de su bolso—. toma, para que te cubras luego —me extendió la tela.

Alcé una de mis cejas.

—¿Debo quitarme todo?

Ella asintió sin observarme, así que simplemente comencé a quitar la camisa que llevaba y los jeans. Los dejé sobre el sofá mientras veía como ella acomodaba unas cosas a su alrededor, luego de eso, sacó su polo y colocó un delantal blanco.